1. Sistema de mantenimiento de carril

Sobre el papel, es una idea genial: el coche sabe dónde están los bordes de la carretera y te ayuda a mantenerte en el carril si te despistas o te distraes. Un auténtico salvavidas.

Excepto cuando los bordes de la carretera están mal señalizados. O cuando el tiempo es inestable. O hay un ciclista o un caballo al que adelantar y la dirección insiste en arrastrarte hacia ellos. En los viejos tiempos, podías desactivar esta tecnología con un botón, pero hoy en día suele activarse por defecto al arrancar el coche...

2. Manillas de puertas que salen de la carrocería

Como se ve en los Tesla, Aston Martin, varios Range Rover e incluso en modelos como el Porsche 992 y el Mercedes-AMG SL, a los diseñadores les encantan las manillas desplegables, ya que crean un aspecto limpio en el lateral de un coche. 

En la vida real, son incómodas porque se quedan congeladas en los días fríos, porque intentan arrancarte los dedos de un mordisco cuando se repliegan sin previo aviso o porque, sencillamente, son más lentas de accionar: mientras esperas a que salgan, tu vecino ya ha salido del garage. Y perder la pole por esto, duele.

3. Pantallas táctiles malas

Las pantallas táctiles parecen haber llegado para quedarse, y los fabricantes de coches dicen que es porque somos una generación obsesionada con los smartphones (mientras admiten en voz baja que una pantalla para cada coche es mucho más barata que cablear montones de botones). 

Pero como te dirá cualquiera que haya conducido un Volkswagen, Seat, Skoda, McLaren, Honda, Mercedes, Peugeot, Opel o Citroën reciente, una pantalla que reacciona con lentitud, se calienta demasiado y tiene una disposición confusa es incluso más frustrante que un smartphone con un uno por ciento de batería.

4. Control por voz

Por supuesto, puedes evitar tocar ninguna pantalla utilizando el asistente de voz, que se complace en entablar una conversación educada, hablar por encima de lo que estabas escuchando en la radio y realizar tareas en tu nombre. 

Siempre que hables muy claro. En completo silencio. Y no le interrumpas mientras está almacenando una respuesta. Sí. Eso es más fácil que un botón.

5. Botones táctiles en el volante

La purga de botones de la última década ha dado lugar a una nueva obsesión por los controles deslizantes sensibles al tacto y la retroalimentación háptica, que parecen limpios y minimalistas, hasta que los tocas una vez y están cubiertos de huellas dactilares. O cuando funcionan de forma errática. O no funcionan en absoluto. O se activan al menor roce del volante.

Intenta hacer un giro en el último VW Golf GTI sin cambiar la emisora de radio, activar el volante térmico o llamar a tu ex. Es mejor que lleves un gato de carretilla en el maletero y lo utilices para levantar el coche y girarlo manualmente cuando te pierdas.

6. Botones ocultos para abrir la guantera

Tú también estás harto, ¿verdad? Te subes a un coche, y puaj. ¡Uf! Hay un tirador físico ahí esperando a que abras manualmente la guantera. Qué repulsivo. 

Afortunadamente, esta monstruosidad, este insulto a tus ojos, ha sido eliminado por los fabricantes de coches, que ahora se deleitan ocultando la apertura de la guantera en un botón en otra parte del habitáculo, o incluso enterrando la activación del mecanismo de apertura en la pantalla táctil. ¡Hurra!

7. Bajada del volumen al poner marcha atrás

Para los amantes de los viajes inútiles a los submenús de las pantallas táctiles, esto es una auténtica delicia: cómo evitar que un coche silencie la radio o el equipo multimedia sólo porque has seleccionado la marcha atrás. 

Es verdaderamente increíble: a pesar de todas las cámaras, sensores, radares y asistentes de frenado automático con los que los fabricantes de automóviles han adornado los nuevos coches, todavía se considera imposible que un ser humano pueda maniobrar lentamente un coche marcha atrás mientras disfruta de una canción o escucha cómo va el fútbol.

8. Portones eléctricos leeeeeeentos

Los portones traseros eléctricos ayudan a las personas mayores y débiles a abrir el maletero del coche. Te permiten cerrar el coche mientras te alejas sin tener que buscar la llave. 

Pero también son estúpidos, se mueven en un tiempo geológico hasta que están a 0,000001 mm del cierre, momento en el que el sensor decide que un pelo de perro está obstruyendo el cierre y debe abrirse de nuevo. Hasta la mitad. Lentamente. Y ahora tienes que forzarlo hasta el final. Y para eso, se va a resistir. 

9. Esos soniditos molestos

BONG. Has pulsado el botón de arranque del motor. BONG. Has seleccionado la marcha atrás. BONG. Tu compañero ha abierto el maletero para coger su bolso. 

BONG-BONGITY-BONGBONG. El radar adaptativo de asistencia de mantenimiento de carril con sensor de frenado anticolisión de crucero no funciona porque hay una hoja cerca y el martes lloviznó. 

BONG. Has abierto la puerta para comprobar que estás bien aparcado. BONG-BONG. Precaución, has perdido las ganas de vivir. Espera, ¿dónde están los vasos de chupito?