Este Toyota Quantum es un taxi de 600 CV inspirado en Lamborghini

Toyota Quantum V12

Probablemente, el minibús más loco del mundo

Texto original de Rowan Horncastle

El Toyota Quantum -Hiace para los demás- es una parte básica del mobiliario automotriz sudafricano, principalmente porque es el taxi de la nación. Pero seguro que nunca habías visto uno tan salvaje como este. ¡Te ofrecemos un Quantum naranja brillante de 600 CV inspirado en Lamborghini con un V12 biturbo incorporado! 

Mientras que los británicos viajan en un taxi negro, los Estados Unidos tienen Crown Victorias amarillos y Marruecos tiene antiguos Mercedes, Sudáfrica tiene una furgoneta alta. Casi siempre van con exceso de capacidad y se conducen sin tener en cuenta las normas de tráfico hasta que los neumáticos se desgastan. Pero esto es lo que sucede cuando un entusiasta loco decide modificar genéticamente un Quantum con el espíritu y el ADN de un superdeportivo italiano.

El hombre y la mente detrás de esto, James Redelinghuys, no se asusta frente a un proyecto. Cada dos años se compromete con una construcción que traspasa los límites. En el pasado, modificó un ItalJet Dragster para que fuera uno de los scooters más rápidos del mundo. Ahora, para promocionar su negocio de taxis y minibuses, decidió fabricar la furgoneta más loca de África. 

Los proyectos que se salen de control no son algo nuevo, pero eso no significa que sean menos apasionantes. Tienen todos los componentes jugosos para mantenerte interesado mientras la ambición y el exceso de confianza luchan contra los problemas imprevistos y las cargas financieras. 

Siempre son una pelea en la cuerda floja donde los problemas se resuelven con más dinero, luego más dinero, luego más dinero… Hasta que se logra el triunfo y se logra aquello por lo que se luchó, incluso si eso significa la ruina o el divorcio. "Pensé que sería simple", admite James. "Desafortunadamente, parece que he decidido emprender uno de los proyectos más difíciles que existen".

El plan era simple: hacer un Quantum bestia. Utilizando la experiencia mecánica de su hermano y un taller de restauración de Porsche, en marzo de 2017 compró un Quantum con un motor estándar de 2,7 litros y 160 CV. 

Un kit de carrocería, el principio de la locura

Dado que es el mismo motor que está en el impenetrable Hilux de Toyota, estas cosas se han modificado un millón de veces. Por ello, el plan era ponerle un turbo enorme, aumentar la potencia y poco más. Pero luego James vio un kit de carrocería en internet.

"Existe una empresa en Japón llamada S.A.D", dice James. “Hacen unos kits de carrocería increíbles de estilo Lamborghini Aventador para Hiaces. Tan pronto como lo vi, supe que tenía que tener uno". Esto, agravado por la obsesión de James por los detalles y por ir más allá, hizo que las cosas comenzaran a desmadrarse.

Después de contratar a un traductor japonés local para que realizara los intercambios de correo electrónico entre Ciudad del Cabo y Tokio, cuando llegaron las piezas sin pintar del kit de carrocería de casi 6.000 euros, James se dio cuenta de que el motor estándar no era suficiente. Pensó que un 2JZ era la respuesta: fácil de conseguir, fácil de modificar... Pero en medio de la noche tuvo otra idea.

“Me desperté a las 4 de la mañana y pensé que un 2JZ no era suficiente. Necesito tener un V12. Montado en el medio. ¡Como un Lamborghini!", recuerda.

Así que compró un V12 de 5 litros de un Toyota Century, que casualmente había llegado a África. Luego pensó en meterle un turbo, pero eso no era suficiente y decidió darle un doble turbo. James no hace las cosas a medias. Y extrañamente compara su filosofía de tuning con una sopa.

“Si haces una sopa, tiene que ser un paisaje de ingredientes. No puedes tener demasiado de una cosa, todo debe estar en partes iguales para flotar sobre tu paleta y ser neutral. Lo mismo ocurre con los coches. No quieres algo que llame demasiado la atención sobre una sola cosa", comenta.

Por muy poético que suene, también es una locura. Aquí es cuando llegaron los problemas. Con todo ese espacio donde los pasajeros van en el medio del minibús, pensaron que se trataría simplemente de hacer un agujero en el medio del suelo y dejar caer el chasis sobre el gran V12 como un vestido. Pero no es tan simple. El eje de transmisión fue una pesadilla y eso que es uno de los más cortos del mundo.

Luego estaba el motor en sí, o motores. James va por el tercero después de haber reventado dos en el banco de pruebas. Ha pasado por cuatro configuraciones de suspensión y también está en su segundo diferencial, esta vez un LSD de un Mustang GT. Incluso ha pintado el Quantum tres veces, ahora eligiendo un Xirallic Pearl de cuatro capas que costaba seis veces el precio de la pintura original del Aventador. Y todavía no está contento con eso…

Cuando me adentré en él, el interior era como un esqueleto. Todavía no existe, ya que está lejos de ser tapizado. Cuando termine, será una mazmorra de cuero negro y rojo con cuatro asientos de carreras y un gran bulto V12 como reposapiés. 

Además, como todos los grandes Grand Designs, este proyecto ha sido refinanciado muchas veces. Pero como le debe tanto dinero, ya está en venta mientras aún se está construyendo para intentar recuperar algunos fondos. Es un caso clásico de estar demasiado metido como para rendirse.

Toyota Quantum V12

Y es un viaje increíble en taxi, eso sí. Con 550 CV provenientes inicialmente de ese gran bulto de 5 litros antes de que los dos turbos se despierten y pongan en movimiento el minibús, la potencia aumenta como en un diésel y despega con un impulso que llega antes de que alcances la palanca de la caja de cambios de tres velocidades con empuñadura de pistola para meter otra marcha.

Es extrañamente práctico e hilarante cuando se pone en marcha, con una suspensión que ofrece más comodidad de lo que la baja altura te haría pensar. Y se detiene bien, lo cual es un alivio, dado que son solo los frenos estándar. Pero al ser una furgoneta de panel inicialmente, están diseñadas para una carga útil de tres toneladas y esto pesa mucho menos, por lo que no es necesario actualizarlos. 

Aunque este loco Quantum es la pesadilla de tu cuenta bancaria, necesitamos coches y proyectos como este en el mundo. Son estúpidamente brillantes e innecesarios. Pero es necesario que exista un taxi minibús V12 biturbo de 600 CV inspirado en un Lamborghini. Simplemente porque es necesario que haya una nueva categoría de Uber para este tipo de cosas, para los que se atreven a soñar. No podemos esperar a verlo terminado. Si es que eso sucede alguna vez. 

Etiquetas: Motor