El berenjenal que se ha creado en torno a si vuelven los peajes a las autopistas españolas o no es digno de un vodevil del siglo XIX. Y lo peor de todo, es que la luz se ve muy lejos en este túnel debido a que no hay consenso entre el órgano rector del Tráfico en España (DGT), el propio Gobierno y la Comisión Europea. 

Por una parte, Pere Navarro, el director de la DGT, ha revivido la polémica con sus palabras en una entrevista en TV3: "El año que viene, por imposición de Bruselas, tendremos que poner peajes, nos lo exige Bruselas". Una frase que no deja lugar a dudas de las intenciones y que ha levantado ampollas en el Ejecutivo.

A pesar de las palabras del propio rector de este organismo, la propia Dirección General de Tráfico tuvo que salir al paso desmintiéndolo. 

"En relación a las declaraciones efectuadas por el director, comentar que lamenta profundamente la confusión generada sobre un asunto sobre el cual no dispone de ningún tipo de información directa ni competencias atribuidas para poder pronunciarse", señaló un comunicado de la DGT.

Por otro lado, la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, desmintió al responsable de la DGT y negó que el Ejecutivo tenga en mente imponer peajes en las autovías. "Quiero desmentir categóricamente que el Gobierno esté pensando en la imposición de peajes por el uso de carreteras".

Para añadir más leña al fuego, el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, manifestó en la 1 de Televisión Española que se está negociando con Bruselas para introducir el pago de peajes a partir de 2024. "Es verdad que el plan de recuperación se contempla esa posibilidad. Estamos negociando", dijo Sánchez.

Y para acabar de enmarañar más el asunto,  la Comisión Europea también desmiente a la ministra: "Entendemos que el plan español se refiere a un mecanismo de pago por el uso de las carreteras que comenzará en 2024 en línea con el principio de 'quien contamina, paga'", confirmó en rueda de prensa la portavoz económica de la Comisión, Veerle Nuyts.

Entre toda esta tormenta de declaraciones no queda nada claro. Lo que sí que es cierto es que la Unión Europea podrá exigir a España que imponga un peaje en las carreteras españolas de gran volumen, como medida para financiar la infraestructura viaria. 

Sin embargo, esta situación se da porque fue el propio Gobierno el que lo incluyó en el Plan de Recuperación y Resiliencia de 2021 remitido a Bruselas como garantía para poder recibir los fondos europeos Next Generation, calculados en 70.000 millones de euros.