¿Verdad o mentira? El primer monovolumen fue el Renault Espace. O el Chrysler Voyager

Stout Scarab
Frío, frío...

Fuente: Wikipedia. Foto: Citroënist (Wikimedia Commons)

Rápido, ¿cuál es el primer monovolumen? La sabiduría popular dice que el Renault Espace (germen del Scénic, más pequeño y considerado siempre el precursor del segmento). Hay quien arriesga más y se atreve a mencionar el Chrysler (ahora Lancia) Voyager. Pero, ¿están en lo cierto?

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Pues no, querido petrolhead. Resulta que las credenciales del primer monovolumen fabricado en serie son del vehículo que ves sobre estas líneas: un Stout Scarab de 1935. Se trata de un coche americano diseñado por William Bushnell Stout, ingeniero y periodista, y producido en Detroit, la cuna del automóvil. Más aún, un prototipo posterior, de 1946, fue el primer modelo del mundo con una carrocería de fibra de vidrio y suspensión neumática. ¿Cómo te quedas?

Stout quiso crear algo muy diferente a lo que se estilaba en la época y utilizó una estructura unitaria para lograr espacio interior y un suelo plano. El motor, un V8 de origen Ford, iba en la zaga y mandaba la fuerza a las ruedas traseras mediante una transmisión manual de tres marchas.

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Este visionario deseaba algo parecido a una ‘oficina con ruedas’ (¿te suena este concepto?) y utilizó el aluminio para el exterior, con el fin de que este ‘despacho’ fuera ligero: el Scarab pesaba menos de 1.400 kilos. En su habitáculo había una mesa plegable y una segunda fila de asientos que giraban 180º. Los pasajeros entraban a través de una única puerta. Oh, y la suspensión era independiente.

A pesar de todas estas innovaciones, su tracción y su comportamiento, así como la visibilidad trasera, no eran muy buenas. De hecho, no tenía espejos retrovisores…

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Por cierto, hay quien considera el Alfa 40/60 HP Aerodinamica de 1914 como el primer monovolumen de la historia, pero lo cierto es que este vehículo, capaz de alcanzar los 136 km/h, no pasó de ser un prototipo. Eso sí, como precursor es igualmente válido.