La mejor señal que puede tener una persona, un instrumento, un edificio o un vehículo es que cuando cumplen años el almanaque no fuera con ellos. Eso mismo le sucede a la Volkswagen Transporter, que este año sopla 72 velas. 26.280 días repletos de historias y, sobre todo de cambios, ya que este modelo de furgoneta ha variado su piel en seis ocasiones. 

Tal día como hoy, 8 de marzo, pero de 1950, Volkswagen enseñó al mundo este proyecto del que hablamos. El éxito que ha cosechado lo demuestran sus ventas: más de 13 millones de unidades de este modelo que ha recibido numerosas nomenclaturas: Volkswagen Transporter, Volkswagen Bulli, Volkswagen Combi, Volkswagen Bus o microbús. 

Todo surgió durante una visita a la fábrica de Wolfsburgo en 1947, de Ben Pon, el importador de Volkswagen en los Países Bajos, al que le llamó la atención un curioso automóvil que actuaba como carguero: el Plattenwagen. Este modelo utilitario que servía internamente para transportar componentes y materiales en la planta le dio una idea… 

Cogió su cuaderno y dibujó un boceto para un tipo de vehículo basado en el Beetle o Escarabajo que en esa época no existía en ninguna parte del mundo. Y el resto es historia viva del automovilismo. Aquí os dejamos las seis generaciones de un vehículo histórico:

Volkswagen T1 (1950-1967)

La Transporter T1 comenzó su fabricación en color azul con un motor trasero de 1.100 cc, cuatro cilindros opuestos, refrigerado por aire que rendía una potencia máxima de 25 CV. Fiable, robusta y económica, con una gran capacidad de carga (760 kilos) y una velocidad máxima de 80 km/h.

Tal fue su éxito que en 1954 ya se habían fabricado 100.000 unidades de 30 versiones distintas. Recibió varios cambios estéticos y en 1963 la puerta lateral de doble hoja se cambió por una corredera. Se fabricaron 1,8 millones de T1 con motores de hasta 1.5 litros y 50 CV de potencia.

Fue un prototipo de furgoneta hecho a mano en 1949, que vio la luz un año después y que se lanzó como un vehículo de pasajeros y un autobús de ocho asientos.

Volkswagen T2 (1967-1992)

La nueva serie creció en todo: tamaño, potencia, confort, seguridad, etc. Como curiosidad, supuso el fin del doble parabrisas plano, al que relevó uno de una sola pieza y curvado. También mantenía la configuración mecánica de todo atrás, con motores bóxer refrigerados por aire. Gracias a sus motores de 1.6 a 2.0 litros y potencias de 47 a 91 CV le cundían mucho más los kilómetros.

Y, sorprendentemente, en 1972, el T2 se volvió eléctrico con una versión de cero emisiones. En Volkswagen ya eran unos adelantados a su época. Esta 'furgona' se convirtió en un símbolo cultural en la era del flower power. Se construyeron 2,14 millones de vehículos en la planta de Hannover, aunque la producción continuó hasta 2013 en la planta de Volkswagen en Sao Paulo.

Volkswagen Transporter T3 (1979-1990)

La Transporter T3 fue más grande, todavía más cómoda, más rápida y también más segura. Así, aportó grandes innovaciones, como los motores diésel, la tracción integral, el cambio automático e incluso aire acondicionado en algunas versiones.

La oferta de motores se ampliaba, con diversas opciones en diésel y gasolina, distintos niveles de equipamiento… Quizá el más solicitado fuera el Caravelle Carat, que tenía un motor de 2.1 litros y que alcanzaba una velocidad máxima de 150 km/h. Se fabricaron  1,3 millones de T3 en Hannover.

Volkswagen Transporter T4 (1990-2003)

Los tiempos cambiaban y hacía falta una evolución, que realmente fue toda una revolución: la Transporter T4. Y la revolución llegó: contaba con motores de cuatro y cinco cilindros en los que la oferta diésel llevaba la voz cantante. Se le añadió turbos, inyección directa y mucha más tecnología para una furgoneta que fue de cabeza al segmento premium.

Sin duda, fue uno de los coches preferidos para los alquileres de vehículos con conductor gracias a su amplitud interior, comodidad, capacidad de carga, comportamiento dinámico y prestaciones.

Después de una actualización a mediados de 1996, el T4 se retiró gradualmente en 2003 después de haber vendido 1,9 millones de modelos en toda la gama, que ahora ofrecía múltiples variantes: Combi, cabina simple, doble, pick-up, Caravelle, Multivan y California.

Volkswagen Transporter T5 (2003-2015)

Cambió principalmente en cuanto a su diseño exterior y también se puso un mayor enfoque en el interior y el puesto de conducción. Al principio contaba con motores de cinco cilindros, pero con el restyling se pasó a los 2.0 TDI de cuatro cilindros, entre los que destaca un diésel biturbo con cambio DSG de siete velocidades automático.

Volkswagen Transporter T6/T6.1 (2015-2019)

Es la última generación, que mantiene vivo un segmento que la firma germana ha sabido exprimir más que bien. Este modelo tiene mayor carga tecnológica que nunca, sistemas de seguridad por doquier, lo último en conectividad y una motorización muy eficiente que cumple con las normativas más exigentes incluso en diésel.

El futuro ya es eléctrico

El futuro ya es presente gracias a la Volkswagen e-Transporter ABT, un modelo 100% eléctrico con una autonomía superior a 120 km, batería de iones de litio de 37,3 kWh de capacidad, 113 CV (83 kW) de potencia, par de 200 Nm, tracción delantera, cambio automático DSG, 1.091 kg y 6,7 m³ de capacidad de carga.

De igual manera, propone una velocidad máxima limitada a 90 km/h, si bien opcionalmente se puede incrementar hasta los 120 km/h. Destaca por un completo equipamiento de serie que incluye aire acondicionado con regulación electrónica, iluminación interior con tecnología LED en el habitáculo o en la zona de carga. 

Y lo más importante, este modelo sigue escribiendo páginas sin que, en un principio, parezca tener fin. ¡Felicidades!