Mitsubishi Eclipse: un deportivo que no encontró su hueco

Mitsubishi Eclipse de 1ª generación.

El Mitsubishi Eclipse, o la historia de como pasar de ser un coche deportivo a un SUV en solo 10 años.

Los reportajes de Top Gear están llenos, en ocasiones, de anécdotas y vivencias personales de los redactores que, al fin y al cabo, son las historias que dan vida a los coches. En este caso, al Mitsubishi Eclipse. Un coche deportivo que Mitsubishi comenzó a producir en 1989 hasta el 2012, a lo largo de cuatro generaciones.

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Un bólido que no triunfó y fue eclipsado (sí, chiste malo, vale) por otros grandes coches japoneses de su época y de la propia marca, como el Mitsubishi 3000 GT o el Mitsubishi Lancer EVO. En cualquier caso, merece su hueco en la historia.

Un coche de infancia con una primera impresión... Curiosa

Mitsubishi Eclipse de 2ª generación en 'The Fast and the Furious'.
Mitsubishi Eclipse de 2ª generación en 'The Fast and the Furious'.

Cuando un servidor levantaba apenas unos palmos del suelo, como muchos y muchas de la generación de los años 90', vi Fast and Furious. Y justo en la primera película, Paul Walker pilotaba uno verde bastante... Bueno, el diseño de aquellos años no estaba en su momento cumbre, precisamente. 

Esas películas nos metieron de lleno en el mundo de los coches, junto al Need for Speed, la Fórmula 1 de Alonso y Schumacher, y el WRC (Campeonato Mundial de Rally) de Carlos Sainz y Sébastien Loeb.

Hace algunos años, un gran amigo decidió deshacerse de su Mitsubishi Eclipse GS, una de las muchas versiones de este coche, con tracción delantera y un motor 4G63 atmosférico de 4 cilindros DOHC, 2,0 litros y 140 CV de potencia máxima. De un verde oscuro que se conservaba bien y un interior decente.

Ese coche pasó a manos de otro buen amigo, cuyo afán por la recolección de viejas glorias con mucho trabajo bajo el capó, parece ser eterno. "Tened cuidado porque el motor no está del todo bien y llevo sin moverlo algún tiempo. Debe ser algo del cigüeñal...", comentó el primero cuando recogimos el coche.

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Mientras lo conducíamos, todo iba bien. Sonaba bien, aceleraba bien... El coche se sentía genial. "Creo que llegamos de sobra, el coche va fino", comentó mi amigo mientras yo afirmaba. El coche no duró ni 300 metros más.

De repente, un traqueteo infernal salió del motor, y nuestras caras se volvieron pálidas. La dirección se bloqueó y las ruedas giraron bruscamente hacia el interior de una rotonda, hasta que el motor se paró por completo. Y allí, unos (desgraciados) amantes del Mitsubishi Eclipse, se vieron a las 11 de la noche empujando el deportivo calle arriba, hasta una plaza de aparcamiento.

El resto, después de la grúa, de desmontar el motor, el radiador oxidado y muchas cosas más, es historia. Al menos, su carrocería sigue viva y anda por algún circuito. Pero la primera impresión, como podéis imaginar, fue cómica.

El Eclipse tenía potencial, pero a Mitsubishi se le acabaron las ganas

Mitusbishi Eclipse de 4ª generación.
Mitusbishi Eclipse de 4ª generación.

Mitsubishi

El Mitsubishi Eclipse era un coche con un potencial innegable. Sus versiones abarcaron el Eclipse básico, con un motor 1.8 de 92 CV; el citado Eclipse GS con versión SOHC y DOHC de 92 CV y 144 CV respectivamente. Los coches menos refinados, a efectos prácticos.

Entonces, pasamos a las versiones codiciadas: el Eclipse GS-T, que pasó a incorporar un turbo en su motor de 2,0 litros DOHC y a alcanzar los 210 CV; y finalmente, el Mitusbishi Eclipse GSX, el santo grial, con tracción integral y 210 CV.

De hecho, el motor atmosférico 4G63 fue una versión de bajo rendimiento del bloque que incorporó el mismísimo Lancer Evolution, cuyo sistema de tracción a las cuatro ruedas se incorporó en el Eclipse GSX. Por otra parte, algunos de los motores del Eclipse también fueron de desarrollo de Chrysler.

Como curiosidad, Eagle lo comercializó bajo el nombre de Talon en algunos mercados, siguiendo la estela de una estrategia muy extendida en Japón, como con Honda y Acura.

Una dinámica de versiones que se transmitió a la segunda generación (que protagoniza la destacada anécdota anterior), con algo más de caballos y versiones Spyder. Pero a partir del año 2000 y la tercera generación, el deportivo cayó en picado: se eliminó la tracción integral y la potencia disminuyó en comparación a la segunda versión.

Finalmente, con la cuarta y última generación, aunque la potencia alcanzó con el Eclipse GT los 268 CV, siguió sin combinarse con una tracción integral. El diseño fue uno de los mejores, pero sucumbió impasible al olvido.

El adiós a los deportivos de Mitsubishi

Mitusbishi Eclipse Cross 2022.
Mitusbishi Eclipse Cross 2022.

Mitsubishi

Mitsubishi no ha destacado por un cuidado exhaustivo de sus gamas de deportivos, y eso se ve fácilmente por cómo terminó el 3000 GT, el Eclipse y poco más tarde, el Lancer Evo. O incluso por el tratamiento que han dado a la marca Ralliart. Una pena.

El Eclipse se enfrentó a titanes de su época, como el Honda Integra, el Nissan Silvia, el Toyota Celica o incluso el Honda Prelude. Coches que no han sobrevivido al paso de los años, es cierto, pero que tuvieron un final digno.

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El nombre del Eclipse desapareció durante unos años, hasta que volvió al mercado en 2017. Los entusiastas observamos aquella noticia con una sonrisa en la cara, hasta que seguimos leyendo el resto. Como sabrás, ahora se llama Mitsubishi Eclipse Cross, que es un genial SUV con un buen diseño, motorizaciones y equipamiento.

Pero quizá, el nombre le viene algo grande. No había necesidad objetiva de revivirlo de esa manera tras una muerte tan nimia del deportivo. 

En fin, cosas del destino. Siempre nos quedará el coche de Fast and Furious, que sucumbió a las llamas; y la anécdota de unos chavalitos con ilusión por los coches, que destrozaron los casquillos del cigüeñal del suyo. Y como ello, todos los deportivos de la marca. Y a esperar que vengan tiempos mejores.