1. El desastre de los neumáticos en Indianápolis 2005

Durante los entrenamientos del GP de Estados Unidos de 2005 se produjeron varios fallos en los neumáticos Michelin, uno de ellos bastante grave para Ralf Schumacher, que acabó golpeando un muro a alta velocidad. 

Esto llevó a la firma francesa a declarar que los equipos que utilizaran sus neumáticos tendrían que reducir la velocidad en la curva 13 (la curva rápida con peralte), porque solo durarían 10 vueltas. 

Hoy en día, por supuesto, podrían haber entrado en boxes para un cambio rápido, pero en aquel momento el reglamento decía que un juego de neumáticos tenía que durar toda la carrera. 

Michelin intentó que se instalara una chicane en la curva 13, pero la FIA se negó por considerarlo injusto para los equipos Bridgestone.

Así que al final de la vuelta de formación, todos los equipos calzados con Michelin entraron en boxes, dejando únicamente seis participantes: dos Ferrari, dos Jordan y dos Minardi. Lo que iba a ser un gran GP con Jarno Trulli en la pole, Kimi Raikkonen segundo y Jenson Button tercero se convirtió en una farsa. 

El público abucheó y abucheó y la F1 nunca volvió al icónico Brickyard. Fue una gran vergüenza para la F1 que dañó la reputación del deporte en Estados Unidos hasta su regreso a Austin en 2012.

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2. El crashgate de Singapur 2008

Creemos que esta es tremenda. En 2008, los jefes del equipo Renault de F1 pidieron a Nelson Piquet Jr que se estrellara deliberadamente en el Gran Premio de Singapur para dar ventaja a su compañero de equipo Fernando Alonso. 

Alonso había hecho una parada en boxes temprana, fuera de sincronía con sus rivales, pero el accidente de su compañero de equipo en un punto negro de recuperación unas vueltas más tarde activó el coche de seguridad, promoviendo a Alonso al liderato y a una eventual victoria.

En aquel momento nada parecía inusual y nadie imaginaba que algo así pudiera suceder. Cuando Piquet fue apartado del equipo a mediados de la temporada 2009, denunció la situación a cambio de inmunidad, lo que conllevó una investigación. 

Esto llevó a Briatore y Symonds a ser expulsados de la F1 (el último durante cinco años, el primero indefinidamente). Alonso fue absuelto de toda culpa.

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3. Un manifestante corre por la pista durante el GP de Gran Bretaña

En 2003, Neil Horan, sacerdote por aquel entonces y "espontáneo profesional", si es que estas dos palabras pueden ir juntas, consiguió entrar en la pista de Silverstone y corrió por la recta del Hangar, donde se superan los 320 km/h, agitando una pancarta que decía "Lee la biblia. La biblia siempre tiene la razón". 

Afortunadamente, nadie resultó herido y el exsacerdote (expulsado de la Iglesia en 2005) fue expulsado y condenado a dos meses de prisión. 

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4. Taki Inoue, golpeado por el coche de seguridad (dos veces)

Ser piloto de F1 es bastante peligroso, y las averías y los accidentes forman parte del juego. Y cuando tienes una avería, sabes que la ayuda está en camino a través de los equipos de seguridad y los coches médicos. 

Pero lo que no esperas es que te atropelle el mismo coche que ha llegado para ayudarte. Sí, así es. En el Gran Premio de Hungría de 1995, el coche de Taki echó humo, lo aparcó rápidamente y saltó fuera. 

Mientras intentaba coger un extintor para ayudar a los comisarios con el incendio del motor, llegó el coche médico y le golpeó contra el capó, hiriéndole en la pierna. Lo irónico es que antes ya había pasado por algo parecido cuando el Safety Car en el GP de Mónaco se chocó contra él... quizá por ir demasiado lento.

Si no conoces a Taki Inoue, quizá deberías pinchar aquí. El autoproclamado peor piloto de la Fórmula 1 derrocha humor y mala baba cuando habla de su carrera: una perla: "Todos los pilotos son de pago. La única diferencia es que yo no era bueno"...

5. McLaren espía a Ferrari

El año 2007 fue difícil para McLaren, ya que no solo tuvieron que lidiar con la tensión entre Hamilton y Alonso (¿no fue genial verlo?), sino que el equipo también fue excluido del Campeonato de Constructores. 

Todo giró en torno a un dossier que contenía cientos de páginas de información secreta de la fábrica de Ferrari, que la FIA dictaminó que McLaren había utilizado para obtener una "ventaja deportiva fraudulenta". 

¿El castigo? Una multa récord de 100 millones de dólares y la eliminación de todos los puntos de constructores de ese año. Aun así, ese año Kimi Raikkonen ganó su primer y único campeonato hasta la fecha con el Cavallino Rampante.

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