La última médico en sufrir un ataque en su coche por miedo al coronavirus ha sido una ginecóloga de Barcelona este lunes. Al acudir a la plaza de un garaje comunitario donde estaciona siempre su BMW X1 de color blanco, encontró una pintada que recorría al completo uno de los laterales del vehículo. Allí podía leerse "rata contagiosa". 

Puedes ver la imagen en el twitter de la agencia Efe justo arriba. Esta clase de ataques a coches de sanitarios por miedo al coronavirus no son exclusivos de España y se dan, hay que recordarlo incluso en AUTOBILD.ES, por una ignorancia profunda de como se propaga el COVID-19 ya que el peligro de contagio, si se siguen las instrucciones de permanecer en casa y las medidas de protección al salir, es casi nulo. 

Resulta curioso que el mensaje este ataque por miedo al coronavirus sea casi idéntico a uno de los primeros que se registraron, en el mes de febrero en el metro de Nueva York, cuando una mujer china fue asaltada solo porque llevaba una mascarilla. Mientras era atacada por varias personas, estas le gritaban “¡perra enferma!”. Puedes ver el vídeo del momento en el tweet de La Policía de Nueva York justo abajo. Advierto: las imágenes son duras. 
 

También este lunes, los vehículos de dos enfermeras fueron rayados con una llave. Sucedió en Escocia y lo ha recogido el Dailyrecord. Aunque las sanitarias no han querido que se mencione sus nombres, igual que la ginecóloga de Barcelona, ellas están convencidas de que el ataque a sus coches se debe a su labor contra el coronavirus, ya que ambas trabajan en cuidados intensivos del Hospital de Greenock. 

Los sanitarios no son los únicos en recibir estos cobardes mensajes de sus vecinos, con quienes no deberían tener ningún contacto por otro lado, también los sufren los trabajadores de supermercados o algunos farmacéuticos. Las redes sociales, puedes ver arriba un ejemplo, se han plagado estos días de imágenes de misivas pidiendo a estas personas que se vayan a vivir a otros sitios mientras dure la crisis del coronavirus. 

Sin embargo, además se estar produciéndose ataques contra los coches por miedo al coronavirus, también se dan algunos personales. Mientras accedía a su vehículo en Reynosa (México), a un enfermero le arrojaron una botella de cloro y sufrió abrasiones en la cara, el cuello y los brazos. Justo antes había sido increpado saliendo de una tienda por ser un posible portador del COVID-19. Lo recogía la edición mexicana de El País hace algunos días. 

En la India, una pareja de vecinos de una médico de Surat que trabajaba con enfermos del COVID-19 le dedicaron pintadas amenazadoras si no se iba a vivir a otro lugar, advirtiéndole de las consecuencias que podía tener para ella el no hacerlo. Al poco tiempo de ser descubiertos y para evitar mayores problemas pidieron perdón públicamente y le dieron las gracias por su labor.