Así será el Range Rover Sport 2030 según la serie 'The First'
Jorge Morillo
El mundo de la publicidad ha cambiado mucho con el paso de los años, también en el sector de la automoción. Aparecer en películas de cine o en series de televisión es una gran solución de cara a promocionar una marca o un modelo en concreto. Es el caso de Land Rover, que tiene un marcado protagonismo en 'The First', la nueva serie de ciencia ficción que corre a cargo del mismo creador de 'House of Cards', Beau Willimon. En ella podremos ver cómo cree la firma que será el Range Rover Sport de 2030, y desde luego que mal no pinta. Aquí lo puedes ver en un trailer emitido por Hulu, la plataforma donde se verá de momento.
'The First' cuenta cómo se desenvuelve un grupo de astronautas que van a ser los primeros humanos en pisar Marte. Pero lo que a nosotros nos importa es el vehículo, que aparece conducido por Natascha McElhone, algo que en Land Rover se ve con entusiasmo, tal y como confirma Michael Curmi, uno de los responsables de esta acción publicitaria por parte de la firma. “Estamos encantados de colaborar con Hulu y sus fantásticas series. Es todo un desafío trabajar con Westward Productios para crear una visión de lo que puede ser el Range Rover Sport 2030”.
Tal y como se verá en la mencionada serie, además de un aspecto futurista, el Range Rover Sport contará con una serie de tecnologías a cada cual más interesante. Obviamente encontramos entre ellas capacidades autónomas, además de un sensor de 360 grados que permite a los ocupantes comunicarse con otros vehículos o leer la superficie de la carretera para actuar en consecuencia. Aunque lo mejor de todo es un volante que puede esconderse bajo el salpicadero cuando moleste.
No obstante, Land Rover no ha querido hacer que este Range Rover Sport del futuro sea totalmente irreconocible, más bien todo lo contrario. Para ello ha respetado las formas del actual aunque aportando un toque más aerodinámico que estiliza el conjunto. Sea como sea, será curioso rescatar esta serie pasados diez o quince años para comprobar si lo que tenían en mente los diseñadores de Land Rover era cierto o no.
