Land Rover Discovery Sport

El Land Rover Discovery Sport es el modelo que definde los valores que caracterizaban al Land Rover Freelander. Este relevo necesitó de una nueva imagen mucho más cuidada para enfrentarse a un gran número de rivales. Y no es para menos, porque este SUV se enfrenta a nombres como el Audi Q5, el BMW X3 o el Mercedes GLC. Estos modelos, por encima de los considerados todocamino compactos, obligan a este coche británico a reinventarse.

Entre sus muchas y muy variadas virtudes destaca su gran capacidad off-road. Como viene ocurriendo con los modelos recientes de Land Rover, polivalencia y versatilidad no están reñidas con el lujo, de manera que sus automóviles combinan un aspecto premium muy cuidado con un carácter muy marcado que los acaba llevando fuera.

Otra de las cualidades de este coche son sus generosas dimensiones, mayores que las de sus rivales. Es uno de los coches más grandes en su categoría, algo que se traduce en un interior generoso y con más posibilidades que sus rivales, ya que puede incluir una tercera fila de asientos para aumentar hasta las siete plazas, algo que los modelos de Audi y BMW no permiten.

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Su diseño se inspira en los deportivos británicos

Los cambios en el diseño del Land Rover Discovery Sport son muy notables. Tras la interesante puesta al día de muchos de sus hermanos de gama, este coche merecía que su imagen exterior se actualizase de acuerdo con los gustos de los clientes potenciales. De esta forma, el Discovery Sport es ahora un SUV de aspecto sofisticado e imponente presencia.

En el frontal, por ejemplo, se mantiene la clásica parrilla de los modelos de Land Rover, pero se estiliza y se vuelve más angulosa para acentuar la deportividad. Las ópticas, ahora con tecnología LED, siguen siendo generosas, con un diseño que combina las líneas rectas y las curvas. El paragolpes delantero es grande y robusto, lo que transmite mayor robustez al coche y un mayor aplomo en la carretera.

El lateral de este SUV premium goza de mucha personalidad, algo que paradójicamente consigue al mezclar rasgos de otros modelos de la firma. Así, se pueden apreciar detalles heredados del Evoque y del Range Rover y Range Rover Sport, lo que supone un amalgama de caracterísitcas sin duda muy adecuadas y bien elegidas. Llama la atención la inclinación hacia delante de la carrocería, que implica una agresividad desconocida en generaciones anteriores.

Finalmente, la parte trasera del Discovery Sport se ha vuelto mucho más agresiva gracias las nuevas ópticas LED y a la nueva configuración del spoiler. Las salidas del escape están encajadas en el paragolpes y disfrutan de una bonita forma rectangular. Todo ello recuerda a un automóvil deportivo con configuración hatchback más que a un SUV de semejantes dimensiones.

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El lujo se convierte en el protagonista del interior

El habitáculo del Land Rover Discovery Sport trata de imitar las ideas que propone su carrocería, buscando un equilibrio entre la funcionalidad y la sofisticación. De esta forma, el habitáculo cuenta con calidad en los materiales y acabados, pero no resulta demasiado ostentoso gracias a un cuidado minimalismo en la zona del piloto y en la consola central.

El puesto de conducción es alto en comparación con su antecesor y con el Range Rover Evoque por ejemplo, donde la situación del conductor adopta una postura más deportiva. Esta posición permite divisar cualquier piedra en el camino, cosa que nos evitará los sustos o dañar las grandes y bonitas llantas de las versiones superiores.

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Las plazas traseras cuentan con un generoso espacio tanto para la cabeza como para las rodillas, e incluso la tercera fila de asientos opcional es más que suficiente para albergar niños o personas no demasiado altas. La presencia de estas dos plazas extra sacrificaría parte del espacio del maletero, pero gracias a que se puede adivinar que será bastante generoso, esto no debería suponer ningún problema. Como muestra de ello, esta cabaña cabe dentro del maletero del Land Rover Discovery Sport sin mayor problema.

Preparado para abandonar la comodidad del asfalto

El Discovery Sport se perfila como uno de esos coches nuevos más que capaces de desenvolverse en caminos sin asfaltar; por su arquitectura y también por su tecnología. Se ha evolucionado el sistema 'Terrain-Response' con sus cinco modos de conducción e incluye sistemas que regulan el comportamiento del coche, como el sensor de profundidad de vadeo 'Wade Sensing', el control de descenso en pendientes, control de liberación de frenos en pendientes, control de estabilidad antivuelco, control dinámico de estabilidad y un largo etcétera para hacer del Discovery Sport un SUV con licencia 4x4 de las de antaño. Entre muchas de sus aptitudes, este todocamino de Land Rover es capaz de tirar de un tren de más de cien toneladas.

Gracias a su gran dotación tecnológica, el nuevo Land Rover Discovery Sport podrá afrontar grandes retos y no tendrá miedo de circular por vías descuidadas que podrían poner en graves apuros a otros modelos SUV.

En cuanto a los asistentes más allá del espíritu todocamino del coche, este Land Rover tiene a su disposición los más avanzados sistemas de asistencia a la conducción y, sobre todo, de seguridad activa, que garantizan la reducción de daños en caso de accidente para los ocupantes y para terceras personas. El sistema de infotainment también está a la altura, gracias a un buen equipo de sonido y a una conectividad que aumenta las posibilidades de interacción con el vehículo.

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Disfrutará de una nueva gama de motores

Para completar la renovación del Land Rover Discovery Sport, el fabricante británico ha desarrollado junto con Jaguar una nueva gama de motores que se sumará a los propulsores que ya estaban disponibles para este coche. De esta forma, este 'best-seller' contará con un gran número de motores a su alcance, algo difícil de encontrar en muchos de sus rivales.

En el caso de los motores gasolina disponibles en esta nueva generación, todos ellos pertenecen a este nuevo desarrollo en conjunto. El más básico de todos es un motor V6 sobrealimentado de tres litros que desarrolla una potencia de 380 CV. Por encima de él se sitúa el bloque más potente de la gama, un motor V8 sobrealimentado de 5,0 litros que llega hasta los 510 CV de potencia. A pesar de su gran rendimiento, Land Rover promete una importante eficiencia en todos sus motores.

En el caso del diésel la oferta es mayor, principalmente porque se conservan algunos motores diésel de la generación anterior, como son los dos litros de 150 CV y 180 CV. La novedad reside en un cuatro cilindros biturbo de 240 CV que compartirá con otros modelos de Land Rover, y el el motor más potente de gasóleo, un V6 Turbo de tres litros y 300 CV.

También se espera una nueva variante híbrida con 335 caballos gracias a la combinación de un motor eléctrico con un bloque V6 de gasolina. Sin embargo, se han desmentido los rumores de que esta variante fuera un vehículo híbrido-enchufable.

Habrá también un sistema de transmisión automático, aunque estará reservado únicamente a los motores por encima de los 240 caballos y para los acabados más altos de la gama. Con la tracción integral ocurre algo parecido, ya que sorprendentemente no se puede optar a ella si se eligen los motres más conservadores.

  • Motores diésel con entre 150 y 300 CV
  • Motores gasolina con 380 y 510 CV
  • Varante híbrida de 335 CV
  • Cajas de cambios manuales y automáticas solo para los motores más potentes
  • Tracción delantera e integral con los motores más potentes

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