Prueba del Honda ZR-V: un SUV híbrido diferente con un punto de diversión

Prueba del Honda ZR-V

Conducimos el nuevo Honda ZR-V, uno de los nuevos SUV híbridos de la marca japonesa, que pretende ofrecer un carácter más deportivo e interesante. ¿Su objetivo? Destacar entre la multitud de los todocaminos.

La estrategia de Honda en el segmento SUV tiene a tres modelos como clave y en esta prueba del Honda ZR-V me pongo al volante del que promete ser el más dinámico de la marca. Con él, el fabricante pretende ofrecer una sensación de conducción similar a la del Civic, sumándola a las características del SUV. Sin embargo, ¿pueden combinarse estos elementos?

Para averiguarlo, tomaré un breve contacto con una unidad de este todocamino japonés, que se acompaña del e:Ny1 y el CR-V para completar la oferta electrificada de la marca en este segmento. El primero es el representante de la movilidad eléctrica y el segundo es para los que buscan más espacio y un SUV más tradicional, mientras que el Honda ZR-V es algo diferente.

Diseño e interior del Honda ZR-V

Esta diferenciación es algo que se hace patente desde el comienzo con este modelo, ya que su apariencia no ha dejado a nadie indiferente desde que se mostró por primera vez. A algunos les encanta y otros lo odian, aunque eso depende de preferencias personales. Lo que sí es evidente es su estilo más próximo al de un compacto, con un cierto toque deportivo.

Este toque del Honda ZR-V es uno de los rasgos diferenciadores que destaca la marca y se puede potenciar con el acabado Sport, caracterizado por algunos toques en negro. La otra alternativa es la variante Advance, que cambia elementos como la parrilla -el patrón de panal de abeja deja paso a uno de barras verticales- y mejora el equipamiento.

Independientemente de la variante escogida, lo cierto es que este no es un coche realmente llamativo, pero tampoco es absolutamente convencional en su aspecto exterior. Dentro, mientras tanto, sí se encuentra en la línea de otros modelos del fabricante asiático, algo que tampoco es que sea malo.

Una pantalla de hasta 10,2 pulgadas para el cuadro de instrumentos y otra central de 9 representan el toque digital de un habitáculo que no se ve especialmente moderno, pero que es adecuado. Aquí se muestra toda la información relevante, mientras que hay mandos físicos para funciones como la climatización, lo que es bueno.

Junto a esto, el interior del Honda ZR-V, como el de otros coches de la marca, también cuenta con un selector de marchas en la consola central. Aquí no hay una ruleta, sino una serie de botones, aunque algunos como el de la marcha atrás deben ser pulsados de otra manera y esto puede requerir algo de adaptación al principio.

Por otra parte, a nivel de acabados y materiales, este SUV no decepciona y me gusta la presencia de materiales como el aluminio en las levas. Además, la amplitud es buena en las plazas traseras y delanteras, gracias a los 4.568 mm de largo y 2.657 mm de batalla. El maletero, por otro lado, oscila entre los 380 y 1.301 litros de capacidad, lo que no es demasiado.

Una mecánica híbrida de 184 CV diferente

Prueba del Honda ZR-V

Dado que he mencionado que este todocamino forma parte de la oferta electrificada de la marca japonesa, no es una sorpresa decir que el motor del Honda ZR-V forma parte de un conjunto hibrido. Se trata de un propulsor de cuatro cilindros con 143 CV que se suma a dos eléctricos, con uno enfocado a la propulsión y el otro a funcionar como generador.

Así, la potencia de este modelo es de 184 CV, cifra que corresponde al motor eléctrico pensado para mover el coche. Esto es así porque el propulsor térmico solo sirve para apoyar a esta mecánica, asegurándose de que funcione en la cifra de par adecuada, así como también tiene el objetivo de operar el otro motor eléctrico que hace de generador.

Esto hace que hablemos de un SUV híbrido que funciona de una forma diferente, permitiendo así una conducción en modo 100% eléctrico más duradera. Eso sí, esto no quiere decir que se haya intentado ofrecer una experiencia al volante similar a la de un coche eléctrico. Para que todo sea más interesante en marcha, se ha pensado en una solución con la caja de cambios de una velocidad.

Aunque no haya cambios de marcha como tal, en este caso se han intentado simular, al producir caídas de potencia del motor de gasolina. Esto afecta a detalles como el sonido, pero el motor eléctrico sigue funcionando de forma constante, así que la entrega de potencia no varía. Eso sí, se intenta que la conducción sea más entretenida.

Al volante: más dinámico de lo que esperaba

Prueba del Honda ZR-V

Para comprobar que esto es así, comienzo mi prueba del Honda ZR-V de manera inmediata. No podré conducirlo durante demasiado tiempo, pero me servirá para hacerme una idea de lo que ofrece este modelo al volante. En pocos minutos, ya hay detalles que me gustan.

Un ejemplo es la dirección, que parece ser más comunicativa y menos artificial que la de muchos otros todocaminos del mercado. Por otro lado, el motor responde de forma adecuada y lineal, haciendo la conducción en zonas urbanas y carretera bastante agradable. Eso sí, el coche funciona de forma diferente en función de dónde te encuentres.

Esto tiene que ver con los tres modos que tiene su mecánica, los cuales se enfocan a ofrecer la mayor eficiencia en cada momento. Por ejemplo, en ciudad predominan los modos EV Drive, en el que conduces en modo 100% eléctrico; y Hybrid Drive, donde conduces en modo híbrido. Eso sí, también hay uno en el que cobra protagonismo el motor de combustión.

Se trata del modo Engine Drive, que entra en acción en velocidades de autopista. En principio, esta es la alternativa más adecuada y eficiente, pero de gestionar esto se encarga el ZR-V. Así, tú solo tendrás que ocuparte de cuestiones como los niveles de regeneración que se manejan con las levas y de modos de conducción como el Normal, Eco y Snow.

Seguro que has pensado por un momento que no había un modo Sport aquí, ¿verdad? Pues te equivocas, ya que también está presente, como en el 90% de los coches nuevos. Eso sí, aquí tiene sentido, ya que este SUV se enfoca como la alternativa más dinámica de los todocaminos de Honda. Sí, dinamismo y SUV no son conceptos que suelan ir de la mano, pero aquí no es así.

Prueba del Honda ZR-V

Por supuesto, no estamos hablando de un deportivo, pero debo reconocer que su comportamiento en carreteras de curvas es mejor de lo que me esperaba. En cierto modo, recuerda al que caracteriza al Honda Civic, aunque se trate de modelos diferentes.

En el mencionado modo Sport, la respuesta del acelerador es más inmediata y el tacto de la dirección parece variar, aunque tampoco deja que desear en las otras configuraciones. En zonas reviradas, el ZR-V se las arregla bien y ofrece una buena agilidad dentro de lo que se espera en un coche de su tipo.

Con esto, una suspensión de tarado más firme y factores como el cambio de marchas simulado que he mencionado antes, este todocamino compacto me permite pasarlo bien al volante. Evidentemente, ese no es su objetivo principal, pero me alegra que tenga algo de ‘chispa’ y no se haya enfocado en ser un mero coche para ir del punto ‘A’ al ‘B’.

Precio y rivales del Honda ZR-V

El precio del Honda ZR-V en España parte de 43.050 euros en estos momentos para el acabado Sport, que incluye elementos como asientos delanteros calefactables con ajuste eléctrico, sensores de aparcamiento, portón trasero eléctrico, etc. Mientras tanto, entre sus rivales hay varios, tales como el Mazda CX-30 (desde 32.390 euros) y el Toyota Corolla Cross (desde 37.800 euros).

Por supuesto, el modelo de Honda no es el más barato del mercado, pero sí es una de las alternativas más completas a nivel de equipamiento y sensaciones. Si quieres un coche versátil, con etiqueta ECO, las cualidades de un SUV y un comportamiento más entretenido, es una buena opción. Eso sí, si no es esencial que se trate de un todocamino, el Honda Civic puede ser incluso mejor…

Nuestro veredicto

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