Prueba del Hyundai i20N: del WRC a tu garaje y lleno de diversión

El compacto deportivo más pequeño de Hyundai es toda una bestia sobre el asfalto

A veces caen en nuestras manos de periodistas conductores con ganas de velocidad algunos coches deportivos que no suscitaban demasiada excitación, hasta que los llevamos a las curvas de montaña. Ese ha sido el caso de esta prueba del Hyundai i20N, un pequeño compacto deportivo con mucho que decir.

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Su espíritu es muy similar al de los Honda Civic de la vieja escuela, en los años noventa. Un coche de poco peso, no excesivamente potente pero con una respuesta sensitiva espectacular. Bueno, y lo de que no es excesivamente potente, va entre comillas.

La base del equipo Hyundai en el WRC (Campeonato Mundial de Rallyes) puede ser tuya con una especificación evidentemente descafeinada respecto a los Rally1, pero no te engañes: las sonrisas te las va a sacar igual.

Motor del Hyundai i20N

El Hyundai i20N cuenta con un motor de 4 cilindros en línea turbo de 1,6 litros montado de forma transversal que genera 204 CV y 275 Nm de par máximo. Una potencia que se envía a las ruedas delanteras a través de una caja de cambios manual de 6 velocidades.

Su sonido es realmente interesante desde el interior, y depende de la selección de los modos de conducción, ya que en modo N (Sport) acciona las válvulas del tramo silencioso para dejar rugir a su unidad de potencia y soltar algún que otro petardazo en las reducciones entre 2.500 y 4.000 rpm.

Su corte de inyección se eleva hasta casi las 7.000 rpm, y el coche es capaz de firmar el 0 a 100 km/h en 6,2 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 230 km/h. Cifras nada desdeñables, teniendo en cuenta que el coche pesa 1.190 kg.

No es perezoso en subir de vueltas y la caja de cambios manual ofrece un gran control en curva durante reducciones y aceleraciones, con una pequeña ayuda electrónica de gran utilidad denominada Rev Matching, que trataremos después.

Su relación de marchas es quizá algo corta hasta la tercera velocidad, pero suficiente en sinuosas carreteras llenas de curvas. Este Hyundai i20N está concebido para ello, y desde luego no defrauda en entornos que requieren atención y coordinación en todos los movimientos para exprimirlo al máximo.

La conducción

Hyundai i20 N.
Hyundai i20 N.

Si algo define la prueba del Hyundai i20N, es el concepto de 'sensaciones'. Los que me conocen saben que la mayor parte de mi tiempo lo paso con clásicos. Coches de la vieja escuela, sin asistencias electrónicas y que requieren manos ágiles en cualquier situación.

El Hyundai, evidentemente, tiene ayudas electrónicas. Pero si las desactivas todas, te quedas al volante de un coche muy similar a los deportivos de los años noventa. Lo primero que notas es el tacto de la palanca de cambios, con una sensación de short shift de una dureza pronunciada y bastante agradable.

Si eres experimentado, la combinación de embrague y cambio te llevará apenas unas milésimas de segundo sin notar pérdida de potencia, y en las reducciones tienes dos opciones. Si llevas mocasines y has visto el vídeo de Ayrton Senna con el Honda NSX en Suzuka, podrás reducir marcha haciendo punta tacón de forma manual (aunque hay que destacar que los pedales podrían estar en una mejor posición).

Si no, la activación del sistema Rev Matching hará esto por ti de forma electrónica y sorprendentemente predictiva, otorgando una sensación prácticamente de coche automático en las frenadas. No hay tirones, todo es suave, y solo te deberás preocupar de la secuencia de velocidades y la entrada y salida de curva.

Uno de los apartados que más me impresionaron fue su nivel de tracción. El Hyundai i20N cuenta con un autoblocante mecánico delantero de serie y neumáticos en medidas 215/40 R18 Pirelli P Zero, que se comportaron de una forma sobresaliente.

Si bien, el coche sufre de un poco de sobreviraje en curva. El agarre del eje delantero permite controlar el deslizamiento de las ruedas traseras sin problema, colocando rápidamente el coche y atravesando el asfalto a unas velocidades sorprendentes, pero hay que andarse con ojo. 

A ello ayuda un chasis reforzado en 12 puntos clave respecto al Hyundai i20 estándar, y unas suspensiones deportivas realmente duras.

Un interior de calidad y deportivo

Durante la prueba del Hyundai i20N, lo más destacable fue la comodidad interior. Siempre digo que es algo importante para alguien como yo, de casi 1,90 metros de altura. Los asientos deportivos son realmente cómodos y de ajuste manual, aunque se echan en falta unas orejas algo mayores que te envuelvan más.

Comparados con los semibaquets del Peugeot 208 GTI de Peugeot Sport de hace unos años, se quedan bastante atrás. Además, ya se notaba cierto desgaste en los laterales (sobre todo de salida a la puerta), lo que acentúa la problemática de algunos materiales modernos y la necesidad continua de cuidados de la tapicería.

La posición es agradable y el ajuste del volante deportivo está dentro de los límites deseables. Un aro que, por cierto, posee un tacto genial gracias a su cuero perforado y un diseño realmente interesante. 

La botonería no molesta en absoluto durante una conducción deportiva, algo que sí sucede con otros compactos; y en la parte inferior posee dos palancas para cambiar los modos de conducción (normal, modo N y modos personalizados) y el botón de activación del Rev Matching.

La pantalla multimedia horizontal de 10,25 pulgadas es de lo mejor del coche. La interfaz es agradable y su 'Modo N' es la opción preferida. Desde ahí puedes controlar parámetros de potencia del motor, dureza de la dirección, control de estabilidad o sonido del escape

También tienes un medidor de fuerzas G, telemetría de los sistemas mecánicos del vehículo y control de velocidad, marchas y revoluciones.

Como curiosidad, también dispone de una gran cantidad de circuitos precargados en el sistema que te permitirá tener datos y timming de la pista que estés recorriendo. Al final, es un coche deportivo, y estos detalles son de agradecer.

Sin embargo, no todo es perfecto. La conexión de Android Auto y Apple CarPlay solo es posible mediante USB. Algo que se ha convertido en arcaico actualmente. La posibilidad de conexión inalámbrica hubiese coronado al sistema digital, pero habrá que esperar al futuro.

En el resto de apartados, el i20N cuenta con una pequeña iluminación LED interior y espacio suficiente en todas las plazas. No es especialmente cómodo para personas altas, pero es sostenible sin molestias. Finalmente, la capacidad del maletero es de 352 litros ampliables hasta 1.165 litros plegando la fila trasera de asientos.

Conclusiones sobre el Hyundai i20N

Hyundai i20N

Banzai Motorsport

Estamos sin duda alguna ante un (gran) pequeño compacto deportivo que impresiona. Un coche cuyo consumo de gasolina (conduciendo como una persona normal y obedeciendo a rajatabla las señales de tráfico) se sitúa en apenas 6 litros a los 100 kilómetros

¿Y si activas el modo N de conducción y le buscas las cosquillas? Pues la cifra se eleva hasta los 12 litros fácilmente, y solo tiene 40 litros de depósito de combustible... Así que un ojo con ello al planificar rutas y tramos. Porque seamos honestos: para eso son estos coches. Para disfrutar.

El espacio para equipaje y acompañantes no es enorme, y las suspensiones no son las más cómodas del mundo en ciudad, pero este Hyundai i20N te saca una sonrisa. Eso es innegable. Aunque hay un par de detalles mejorables.

El diseño de la parrilla delantera es demasiado abierto. Hay muchos huecos que dejan al descubierto tanto radiador como intercooler. La mala suerte de una piedra en esa zona... Te puede causar una avería interesante. Una malla, rejilla u otro diseño lo arreglaría.

A su vez, las luces del interior del habitáculo y de las matrículas son halógenas. Estamos en la década de 2020, y va siendo hora de masificar la iluminación LED por doquier, no solo en las ópticas. No creo que elevase el precio drásticamente, para ser sinceros, y le da un toque de modernidad adicional.

Sus rivales son el Ford Fiesta ST y el Volkswagen Polo GTI, tras la desaparición del genial Renault Clio RS y el Peugeot 208 GTI. El segmento pierde cada vez más miembros, pero en Hyundai han decidido apostar fuerte y buscarle las cosquillas a Ford. Y lo consiguen.

En definitiva, durante la prueba de este Hyundai i20N me encontré con un compacto deportivo de calidad, por un precio de unos 25.000 euros y que está hecho para disfrutar de la carretera como si fuese un deportivo de la vieja escuela. Y con él, tienes una base de modificaciones sensacional para crear todo un monstruo de trackdays...

Nuestro veredicto

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