Habrá un Dodge Challenger Hellcat ensanchado (¡oh, yeah!)

Más ancho = acierto.

¿Querías un Dodge Challenger Hellcat 2018 Widebody (con carrocería ensanchada, para entendernos? Tus plegarias han sido escuchadas. Y las de otros muchos como tú, según la marca, que estaban pidiendo exactamente lo mismo: un Hellcat de producción con más agarre, un coche que sea digno representante del mantra de la casa: ‘de la calle al circuito’.

“El Dodge Challenger Hellcat Widebody completa nuestra gama de muscle cars más fuerte de la historia. Ingenieros y diseñadores emplearon mucho esfuerzo para convertir el Demon SRT en el vehículo más rápido del mundo en el 0 a 400; ahora hemos volcado ese conocimiento y algunos de los elementos del modelo en el Challenger Hellcat para mejorar su actuación… y lo hemos dotado de una apariencia más agresiva”, explica Tim Kuniskis, jefe de Coches para Pasajeros de Dodge, SRT, Chrysler y Fiat.

El precio sugerido para este vehículo en Norteamérica es de 71.495 dólares (unos 63.000 euros). Por ese importe, te llevas los paragolpes ensanchados vistos por primera vez en el Demon SRT, que añaden 8,8 cm a la anchura del Hellcat Widebody (es el más amplio hasta ahora) y cubren las llantas de aluminio de cinco radios. Los neumáticos son los nuevos Pirelli P-Zero 305/35ZR20, que estrenan dibujo.

Entre los elementos de diseño que caracterizan el modelo se encuentran el capó de aluminio con la toma de aire central, los faros que actúan también como entradas de aire o nuevos logos en la parrilla.

¿Un Dodge Challenger SRT Demon descapotable? ¿Y por qué no?

Pero no todo es imagen en el Dodge Challenger Hellcat 2018. El sistema eléctrico para la dirección asistida se ha revisado: por primera vez en un Hellcat puedes seleccionar cómo quieres que sea la dirección mediante los modos de conducción (Street, Auto, Sport y Track). Además, mejora los tiempos por vuelta (unos dos segundos en un circuito de 2,7 km), el agarre lateral, el 0 a 100 (3,4 segundos, frente a los 3,5 del Hellcat ‘normal’) y la frenada. Su velocidad máxima es de 313 km/h. Y todo gracias a su motor 6.2 V8, con 716 CV y 881 Nm, que puede asociarse a un cambio manual de 6 marchas o a uno automático de 8.

En su interior vas a encontrar lo que esperas de un coche así: un habitáculo orientado a las prestaciones, con materiales de alta calidad (cuero, por supuesto, en los asientos, con el logo SRT), un volante calefactado, pantalla táctil, conectividad…

Si lo compras, debes saber que la marca te regala un curso de una jornada en la Escuela de Conducción Deportiva de Bob Bondurant, en Arizona. ¿Te animas?