La noticia del fallecimiento de Lee Iacocca no ha pasado por alto en el mundo del automóvil. Bueno, y en el mundo en general. Porque fiel a la tradición del 'business' norteamericano, Iacocca sabía perfectamente como añadir un poco de show (como cuando protagonizaba sus propios anuncios) y un poco de agresividad para conseguir su objetivo.

Su vida empresarial fue larga y provechosa. Resumiendo, se puede decir que empezó en Ford y se fue a Chrysler protagonizando uno de los cambios empresariales más sonados.

Pero no solo eso: empezó como ingeniero en prácticas en 1946 y en 1960 ya era el vicepresidente y director general solo para alcanzar el puesto de presidente en 1970.

Luego, por peleas y desavenencias con Henry Ford II (el hijo de Edsel, quien dio nobnre a uno de los coches más odiados de Ford), acabó fuera de la compañía, movimiento que aprovechó su rival Chrysler para hacerse con sus servicios cuando pasaba una de la peores crisis de su existencia con pérdidas de más de un millón de dólares al día.

Pero como su larga trayectoria está fuera del alcance de cualquier humano, lo mejor es que nos centremos en sus highlights. Verás como más de uno os sorprende...

Ford Pinto. 1971-1980

Ah, el Ford Pinto. Probablemente sea uno de los peores coches que se han hecho jamás en Estados Unidos. En un país donde no era raro ver grandes berlinas de seis metros de largo, Iacocca veía un nicho importante un poco más abajo. De hecho, mucho más abajo: en el de los coches populares.

Ahí apareció el Ford Pinto. El coche del perdedor americano durante muchos años (hasta que el Pontiac Aztec apareció) es también uno de los modelos más peligrosos que existen.

A grandes rasgos, el problema estaba en que decidieron poner el depósito de gasolina detrás del eje trasero. No encima o debajo, sino detrás. Resultado: cualquier impacto posterior llevaba casi invariablemente a un incendio. Muchos accidentes y demandas después, consiguió que la compañía fuera acusada de preferir esperar a las demandas que les pudieran llegar en lugar de gastarse 11 dólares por coche, que es lo que hubiera costado la solución del problema.

Ford Mustang. 1964-hoy

El primer pony car que apareció, el Ford Mustang, lo hizo un poco por casualidad fruto del olfato de Iacocca, que veía cómo los muscle cars estaban muy bien, pero se quedaban muy lejos de la gente corriente. 

Así que decidió lanzar un deportivo para el pueblo. Un Hyundai Coupé, pero 17 millones de veces mejor. El primer año, el Mustang vendió más que cualquier coche que hubiera lanzado la marca en toda su vida, pero es que además, salvo unos terribles altibajos a finales de los 70 y los 80, cuando la crisis del petróleo hizo que los Mustang fueran unos deportivos simplones y si alma, hoy en día es un modelo que se sigue vendiendo a buen rito.

El De Tomaso Pantera

No, él no fue el padre de la criatura, pero sí el responsable de parte de su ¿éxito?. Mantenía buenas relaciones con Alejandro de Tomaso, quien le convenció para que vendiera sus coches en los concesionarios de Lincoln y Mercury.

Hoy en día es un clasicazo, pero en su época fue llamativa su falta de calidad. Tanto es así que se dice que Elvis Presley, gran aficionado a los coches caros, le pegó un tiro a su Pantera porque (una vez más) no conseguía arrancarlo.

Gran historia sin confirmar pero que uno desea con todas sus ganas que sea real...

De Ford a Chrysler

¿Alguien se imagina que Florentino Pérez acabara presidiendo el FC Barcelona? Algo así fue el paso de Iacocca a Chrysler. Henry Ford II lo destituyó en 1978, pero lejos de poner fin a su carrera automovilística, consiguió hacerse con las riedas de Chrysler, un gigante empresarial que perdía dinero por todos los lados.

Suya fue la creación de la plataforma K, o lo que es lo mismo, una plataforma sobre la que se basaron muchos 'coches tristes' como el Plymouth Aries o el Chrysler LeBaron: ¿coches americanos de cuatro cilnidros y tracción delantera? Eso no podría funcionar...

... pero lo hizo. Tanto, que consiguió saldar la brutal deuda de la compañía antes de que expirara el periodo de gracia. Además fue el impulsor de un concepto que a muchos nos pone los pelos de punta: el monovolumen.

Y es que, aunque se duda de si fue primero Renault con su Espace o Chrysler con su Voyager, lo cierto es que por ventas los americanos se impusieron. Para mediados de los 80 ya era uno de los modelos más vendidos del país, lo que no está nada mal.

Lanzó el Jeep Grand Cherokee en 1992

Cuando podía seguir viviendo de las rentas, vio claro que la gente solo quería ir de A a B sin complicaciones en un coche grande y capaz. Por eso aprovechó para lanzar el Jeep Grand Cherokee el el momento adecuado.

Fue el SUV 4x4 más capaz del momento, y eso que se paró en parte su lanzamiento para esperar el momento adecuado. De hecho, este coche iba a ser comercializado bajo AMC, pero finalmente la marca desapareció.