Alemania frena las ayudas al coche eléctrico y mantiene las del diésel

Volkswagen ID.4 2024

Gustavo López Sirvent

El Ejecutivo alemán decidió el pasado mes de diciembre prescindir de las subvenciones para adquirir un vehículo de cero emisiones, pero este año sigue manteniendo las ventajas fiscales para los automóviles que funcionan con gasóleo y que se construyen en ese país. Esas ayudas, que tenían como fecha de caducidad el 2027, se extinguen en 2024.

El gobierno alemán dio un volantazo inesperado a las subvenciones y bonos para para la compra de coches eléctricos (los equivalentes al Plan MOVES III español). La iniciativa se tomó a mediados del pasado mes de diciembre, pero trae una letra pequeña: el Ejecutivo sigue manteniendo las ventajas fiscales para los vehículos que funcionan con diésel y que se construyen en ese país.

El freno a los vehículos de cero emisiones y la aceleración hacia los de gasóleo tiene una lectura que no gusta a los proteccionistas del medio ambiente y es que la eliminación de la ayuda para la compra de coches eléctricos podría beneficiar de forma indirecta a los vehículos con motor diésel.

Hay que remontarse hasta el año 2016, cuando el Tribunal Federal alemán desembolsó unos 10.000 millones de euros para adquirir unos 2,1 millones de coches eléctricos. Esta contribución para impulsar este tipo de vehículos tenía como fecha de caducidad el 2027, pero se ha adelantado tres años.

Estas contribuciones sufrieron un recorte hace relativamente poco, ya que se pasó de los 6.000 euros a 4.500. Y de ahí, a quedar extinguidos. En Alemania justifican este tijeretazo a los ajustes presupuestarios que va a ejecutar el Ministerio Federal de Economía y Protección del Clima.

Todas estas podas económicas se deben a una decisión del Tribunal Constitucional Federal, que declaró inconstitucional los presupuestos aprobados para el 2024 por el gobierno alemán, ya que considera que violó una ley que limita déficit y el endeudamiento.

La citada sentencia declaró nulo el traspaso al Fondo para el Clima y la Transformación (KFT), de más de 60.000 millones de euros de un fondo creado para combatir los efectos de la pandemia de Covid 19. 

La administración alemana quería cubrir un déficit fiscal en los fondos destinados para cambiar la actual tecnología basada en combustibles contaminantes y promover sistemas sostenibles como los vehículos de cero emisiones.

¿Y qué pasa en España?

Si nos ceñimos a nuestro país, recordaremos que el plan de ayudas para la movilidad eléctrica Moves III estaba diseñado para acabar el pasado mes de diciembre, pero se prorrogó hasta el 31 de julio de 2024, o hasta que se acaben los fondos para este programa. 

Si tenemos en cuenta que la venta de coches eléctricos en nuestro país es de las más bajas de Europa, se antoja poco probable que las ayudas para estimular la adquisición de ese tipo de vehículos se eliminen en un breve espacio de tiempo.