El BMW iX de 2022 es novedoso por muchas razones. No solo es el máximo exponente en cuanto a tecnología (y además uno de los siete SUV con más autonomía), sino que además ofrece soluciones útiles para el día a día.

Y es que este SUV eléctrico está repleto de sensores, cámaras y demás que utiliza para operar los diferentes sistemas de ayuda a la conducción, como por ejemplo la que utiliza el navegador para ofrecer realidad aumentada.

La cuestión es que muchos de estos elementos están ubicados tras la calandra que, por si alguien aún no lo había notado, es puramente estética: al ser un coche eléctrico, no necesita que entre el aire para refrigerar el motor.

Y claro, en BMW han tenido que estrujarse el cerebro para encontrar una solución que permita a esta pieza, fundamental para que todo funcione bien, estar siempre en buen estado, ya que de esto depende que todo funcione correctamente.

Una de ellas parece sencilla: han instalado un sistema de climatización que mantiene la temperatura constante en invierno, por lo que en zonas en las que el invierno es muy frío, no hay peligro de que el hielo o la nieve acaben cegándolo todo.

Por otro lado, han dado con un polímetro que al recibir calor es capaz de cambiar de forma. No, con esto no se va a solucionar la controvertida imagen del coche, pero sí que se va a solucionar el problema de los arañazos que podrían llevar a todo el sistema a funcionar mal. Solo tienes que darle al play aquí abajo para descubrirlo.

El BMW iX, que llegará con el objetivo de dominar el segmento de los SUV eléctricos premium en 2022, va a tener dos versiones en el momento de su lanzamiento: el iX 40 de 326 CV que costará 85.850 euros y el iX 50 (523 CV) que costará 102.600. Toda una declaración de intenciones...