Madrid incorpora 10 nuevos autobuses eléctricos de alta velocidad... que actuarán sobre los semáforos para pasar con prioridad

autobús eléctrico de Madrid

Gustavo López Sirvent

Hará una ruta de 31 kilómetros y se pondrá en marcha en mayo

Poco a poco, la apuesta por la sostenibilidad y el respeto por el medio ambiente ante el cambio climático parece que va calando en las instituciones. Aunque ya están implantados en otras capitales europeas, el Ayuntamiento de Madrid se ha subido al carro de los autobuses eléctricos y ha adquirido 10 unidades rápidas, que comenzarán a circular a partir del próximo mes de mayo.

Estos vehículos dispondrán de un carril reservado para circular y que, además, tienen preferencia en los semáforos que controlan las intersecciones con otras vías. La empresa EMT contará con estos ejemplares proporcionados por la empresa Irizar y conectarán los barrios de Valdebebas y Sanchicharro con el Hospital Ramón y Cajal, en transcursos de tan solo media hora.

Esta ruta se ha considerado de alta velocidad porque 19 de los 31 kilómetros discurren por un carril exclusivo para autobuses. En sus 68 intersecciones, los autobuses tienen prioridad en los semáforos. La EMT ha explicado que esos autobuse estarán circulando con una frecuencia de entre 8 y 12 minutos en las horas punta. 

La línea incluye 19 paradas intermedias en cada sentido además de una terminal final en Valdebebas y otra próxima al hospital Ramón y Cajal. Estos vehículos eléctricos podrán transportar a un máximo de 100 viajeros a bordo.

La particularidad de estos buses es que están provistos de cámaras en lugar de retrovisores, que proyectan sus imágenes en dos pantallas situadas a cada lado del asiento del conductor. Disponen de puertas de entrada y salida por el lateral derecho y una puerta delantera de acceso de una sola hoja. 

Un detalle a tener en cuenta es que esta línea especial va a tener un sistema de venta previa de billetes sencillos en las marquesinas, si bien sólo admitirá dinero en efectivo, de manera que el conductor no tendrá que intervenir y así se reducirán los tiempos de trayecto.

¿Cómo funciona?

El sistema de carril preferente tiene su plan de actuación sobre 68 cruces y cuenta con 390 detectores encargados de avisar a los dispositivos de la preferencia de paso para estos vehículos públicos. Cuando una de las 167 espiras se absorbe en el pavimento, inmediatamente detecta la baliza embarcada en el autobús. Ahí arranca el procedimiento de prioridad del bus. 

La fibra óptica que se ha instalado (más de 12 kilómetros) transmitirán la información y las imágenes a las diez cámaras del Centro de Gestión de Movilidad, desde donde se va a controlar y gestionar que todo funcione como debe.

Ahora funciona con una regulación sin prioridad, es decir, asigna tiempos a vehículos y peatones conforme a su programación, igual que en el resto de los cruces de Madrid.

Pero cuando el autobús se aproxime al cruce, el sensor de aproximación detectará su paso e iniciará el proceso de gestión de los tiempos de las fases del cruce, recortándolos si es necesario para dejar vía libre al autobús. Una vez que éste haya rebasado el cruce, se iniciará la transición a la regulación ordinaria sin prioridad.

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