Estamos viviendo un momento interesante en el automovilismo, ya que están conviviendo multitud de tecnologías. Ahora es posible conducir coches de gasolina, diésel, híbridos, eléctricos, de GLP, de hidrógeno… Sin embargo, los eléctricos están entre los más sonados. Por ello, hoy os traemos tres ventajas del motor eléctrico sobre uno de combustión.

Antes de nada, un servidor nunca ha escondido su preferencia por los motores de combustión. Sin embargo, tener la mente abierta nunca está de más y, si bien los motores eléctricos carecen de ese “algo” que nos encanta a los apasionados del automovilismo, hay que reconocer que ofrecen cosas bastante positivas.

La respuesta

Cualquiera que haya conducido un coche eléctrico lo habrá comprobado: es pisar el acelerador y sales disparado, aunque no estés llevando un deportivo. En los modelos más antiguos se notaba más y los modernos intentan ofrecer una aceleración más progresiva, pero la rapidez sigue estando ahí y esto es algo que un motor de combustión convencional no puede ofrecer.

Ahora bien, ¿qué utilidad tiene esto? Por ejemplo, si necesitas realizar alguna maniobra con rapidez, es bastante cómodo. Asimismo, también puede ayudar a la hora de incorporarte a una rotonda concurrida. Sin duda, es mucho mejor que lo de algunos coches con cambio automático, que pueden llegar a tardar tres días hábiles en responder después de pisar el acelerador…

El silencio en marcha

Sí, los motores eléctricos pueden dar más velocidad, pero algo que criticamos los amantes de los coches es la falta de sonido. Ante esto, algunos fabricantes están intentando imitar el sonido de un motor térmico en sus coches -por ejemplo, en el Abarth 500e-, pero el silencio no tiene por qué ser algo malo.

Obviamente, a la hora de disfrutar al volante, el silencio absoluto corta el rollo. Sin embargo, en viajes y en recorridos convencionales llega a ser muy relajante, especialmente si el coche está bien aislado. Y sí, hay motores térmicos muy silenciosos, pero no pueden llegar a ese nivel.

¿Más espacio?

Pongo este último punto entre interrogantes porque depende del modelo. Sin embargo, en muchos casos, dado que el motor eléctrico suele colocarse en las ruedas o en los ejes y es pequeño, esto permite contar con más espacio. Así, algunos coches cuentan con un maletero trasero convencional, mientras que añaden otro en la parte delantera, donde estaría el motor térmico.

A pesar de todo, cada coche es un mundo y hay casos en los que ese maletero delantero puede ser más útil que en otros. Aun así, estos motores también permiten ofrecer habitáculos más grandes en ocasiones, lo que también supone un beneficio. Eso sí, si sigues prefiriendo las mecánicas 'de toda la vida', aquí te cuento tres ventajas del motor de combustión frente a uno eléctrico.