¿Qué ventajas tienen las baterías de estado sólido?

Baterías de estado solido futuro del EV

Las baterías de estado sólido llegarán en unos años y, aunque no todo son beneficios, pueden mejorar claramente las cualidades de los coches eléctricos. Estas son sus ventajas.

Los coches eléctricos han mejorado sus capacidades en los últimos años, pero siguen avanzando y se están explorando formas de corregir sus puntos flojos y reforzar los fuertes. Para ello, se están estudiando elementos como las baterías de estado sólido, que ya están captando la atención de algunos fabricantes. Estas son sus ventajas.

En esencia, las baterías de estado sólido son una evolución de las de iones de litio que ahora montan los modelos eléctricos. Su funcionamiento es similar, pero la principal diferencia está en el electrolito utilizado para transmitir la energía. En las baterías actuales, se trata de un líquido, pero aquí se utiliza un material sólido.

Batería de estado sólido de Toyota

Este puede parecer un cambio minúsculo, pero lo cierto es que tiene ventajas. Por ejemplo, esta configuración hace que se pueda aumentar la velocidad de carga de la batería, lo que supone un avance ante uno de los principales problemas de este tipo de coches sin motor de combustión. Ahora bien, este no es el único punto positivo que merece la pena mencionar.

Además de los tiempos de carga, otra ventaja de las baterías de estado sólido está en su mayor densidad energética, si las comparamos con las de iones de litio convencionales. Así, son capaces de almacenar más energía en un menor tamaño y peso, lo que puede ayudar a la autonomía, pero también a reducir el exceso de peso que actualmente presentan los eléctricos.

Sin duda, estas dos cuestiones pueden ser positivas para los usuarios de estos coches, pero también hay elementos que interesan a los fabricantes de estos acumuladores de energía. Por ejemplo, su fabricación puede ser mucho más respetuosa con el medio ambiente, ya que utilizan menos materiales como el grafito y el cobalto.

Asimismo, a esto también se añade otro punto destacable en el proceso de fabricación de estas baterías: su coste. En principio, la producción sería más barata, lo que podría afectar al precio final de venta de los coches eléctricos y hacerlos más económicos. En definitiva, algo que interesará a cualquiera que esté pensando comprar un coche, pero que se hará esperar.

Por el momento, marcas como Nissan o Toyota tienen proyectos o ideas para utilizar baterías de estado sólido en sus coches, pero sigue siendo necesario pulir detalles que hagan de esta una opción realmente viable. Así, es de esperar que no veamos coches con ellas hasta dentro de unos años, pero su llegada podrá cambiar muchas cosas.

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