American Tunes #1: un Mazda RX-7 con un motor Wankel de 2.000 CV

No había mejor forma de empezar esta serie en Youtube.

Los compañeros de TopGear.es en Estados Unidos han decidido comenzar una serie en YouTube en la que repasarán algunos de los mejores coches deportivos y modificados del país norteamericano mediante unos documentales llenos de información, planos geniales y evidentemente... ¡La prueba de las bestias!

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En este primer episodio, el presentador de TopGear, Rob Dahm, nos muestra su espectacular Mazda RX-7. Un proyecto sin duda pintoresco y lleno de matices, muchas horas de llave inglesa y muchísima potencia gracias al motor rotativo que posee bajo el capó (que no tiene, pero bueno, se entiende). Ponte auriculares y disfruta del 'brap-brap' de su dorito, porque es brutal.

Un Mazda R-X7 de cuatro rotores y 2.000 CV

Mazda RX-7 modificado de Rob Dahm.
Mazda RX-7 modificado de Rob Dahm.

Esta joya de Mazda de la mejor época de los coches japoneses es toda una obra mecánica. Comenzando por su motor, tiene un Wankel de cuatro rotores que suman más de 4,0 litros de cubicaje. Y no solo eso, si no que es una unidad de potencia turbocargada mediante un enorme Garret de 106 mm.

Su límite de revoluciones está en las 10.000 rpm, lo que significa que produce muchísimo par y potencia. Hasta 2.000 CV para ser exactos. Todo ello enviado a las cuatro ruedas, ya que se trata de un Mazda RX-7 de tracción integral que incorpora piezas de otros coches de leyenda para ayudarlo a aguantar tantos caballos.

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El diferencial delantero pertenece al que fue un diferencial trasero de un BMW E36, sin ir más lejos. A ello se suman partes mecánicas de coches como el Chevrolet Corvette, la caja de transferencias para el sistema de tracción integral de un Nissan Skyline GT-R, ejes de transmisión de fibra de carbono...

Su interior es como el de un prototipo. No tiene moldura alguna ni aislamiento. El cableado está suelto, el chasis tubular a la vista, la caja de cambios y la transmisión funcionan justo a tu derecha mientras usas el cambio secuencial y un montón de detalles mal muy del estilo race car.

Y como buen race car, los problemas surgieron al final del capítulo. 'Pa eso están, Ramón', cosas que pasan. Se construye, se usa, se rompe, se repara y se repite. ¡Echad un ojo al vídeo y disfrutad!