Bugatti EB 110 SC: nuevo aniversario de un coche muy especial

bugatti eb 100 sc
Lo es, es muy especial.

Uno de los dos únicos coches de competición sobre la base del Bugatti EB 110 que se han creado es el Bugatti EB 110 SC, icono dentro de Bugatti y uno de los participantes más espectaculares de la carrera de dos horas en Dijon el 9 de junio de 1996. Esta fue su última carrera, una historia triste pero que recordamos con entusiasmo por ser un coche muy especial.

El Bugatti EB 110 SC estuvo pilotado por el empresario y piloto de carreras monegasco Gildo Pallanca-Pastor. Se trataba de un piloto muy joven, tanto que era uno de los pilotos con menor edad de la parrilla. El mismo piloto era propietario del Monaco Racing Team, equipo que defendía el EB 100 SC. Entonces su historia no tuvo un final feliz, aunque ahora ha sido rescatado para una sesión de fotos.

Bugatti atravesaba una importante crisis financiera tras la Segunda Guerra Mundial. La muerte de su creador había mermado las esperanzas de continuar con ella. La compañía cerraba finalmente sus puerta en los años sesenta, y hasta finales de los ochenta estuvo desaparecida. Entonces el italiano Romano Artioli compraba los derechos de marca Bugatti y se convertía en presidente de Bugatti Automobili S.p.A.

A principios de los noventa se inauguraba oficialmente una nueva y pionera fábrica en Campogalliano. En el 110 aniversario de Ettore Bugatti, Artioli presentaba el superdeportivo más moderno y avanzado de su tiempo: el EB 110, un modelo con un motor V12 de 3,5 litros que en principio podría parecer similar al del Ferrari F50, aunque luego añadía cuatro turbocompresores, tracción total y un monocasco de fibra de carbono. Con más de 600 CV pasaba de los 350 km/h de velocidad máxima.

Las ansias por ver a Bugatti nuevamente en las carreras, por lo que se fabricaron dos coches de carreras oficiales con hasta 700 CV. Se trataba del EB 110 LM azul que asistió a las 24 Horas de Le Mans en 1994 y el SC, protagonista de estas líneas. Los problemas financieros regresaron y Artioli se vio obligado a cerrar la fábrica. Pese a ello, Gildo Pallanca-Pastor consiguió competir con él algunas carreras, dando por terminada su corta vida.