Cuatro años de restauración: así es el Porsche 959 S de Nick Heidfeld

Porsche 959 de Nick Heidfeld

Una joya de la que solo se fabricaron 29 ejemplares

Tener un Porsche 959 es tener un tesoro, ya que hablamos de uno de los superdeportivos más especiales de la marca, y entre ellos, los de la variante S -de la que se fabricaron 29 unidades- podrían ser considerados auténticos unicornios. Un ejemplo es el Porsche 959 S de Nick Heidfeld, que ha quedado como nuevo tras cuatro años de restauración.

Fue en verano de 2017 cuando el expiloto de Fórmula 1 decidió llevar su unidad a la división de clásicos de Porsche que, entre otras tareas, se encarga de mantener los antiguos modelos de la compañía en buen estado. El coche había sido fabricado en 1987, pero tan solo había recorrido 4.183 kilómetros. Casi no había sido usado, pero eso también le pasó factura.

Esto es evidente para cualquier automóvil, pero más aún en determinados casos. Según Uwe Makrutzki, director de Restauración de Fábrica de Porsche Classic: "Si un coche tan innovador desde el punto de vista tecnológico no se conduce con regularidad, los daños por estar parado son inevitables".

Principalmente, el sistema de propulsión y el chasis es lo que más puede verse afectado por la falta de uso, de manera que este superdeportivo necesitaba una puesta a punto. No fue una tarea fácil, eso sí, ya que los 959 son complicados tecnológicamente. Sin embargo, tras trabajar en muchas unidades, el departamento ya ha adquirido una gran experiencia con estos coches.

Porsche 959 de Nick Heidfeld

Una de las primeras cosas que se descubrió al comenzar la restauración del Porsche 959 S de Nick Heidfeld era que el sistema de gestión del motor había sido modificado. Quizás, un antiguo dueño quiso alterar las capacidades de este modelo, pero finalmente se restauró la unidad Motronic al estado que presentaba a finales de los años 80.

Aun así, este solo fue el comienzo de un arduo proceso de trabajo que ha llevado cuatro años. Se han repasado todos los detalles del coche, hasta el punto de quedar tal y como estaba cuando salió de la fábrica. No fue hasta diciembre de 2021 cuando este espectacular deportivo pudo volver a la carretera.

Porsche 959: un modelo simplemente sensacional

Ahora, Heidfeld puede disfrutar de este 959 S, un Porsche que siempre fue extraordinario para él, según señala. No es para menos, ya que fue uno de los automóviles más avanzados tecnológicamente de su tiempo, así como el más rápido del mundo entre los modelos de producción.

Esto fue así por varias razones, pero la aerodinámica fue decisiva, ya que fue trabajada con una carrocería que lograba un coeficiente de 0,31. Su forma era peculiar, pero también su construcción: algunos paneles estaban hechos con un material compuesto por resina epoxi reforzada con Kevlar y fibra de vidrio, así como el faldón delantero era de espuma integral de poliuretano.

Junto a esto, este superdeportivo fue el primer coche de producción en montar un motor bóxer con dos turbocompresores que funcionaban en secuencia. Esto reducía el retraso en la entrega de potencia, lo que ayudaba a sacar un mejor partido de los 450 CV de potencia que entregaba este propulsor.

Sin embargo, el 959 S fue la evolución definitiva. En esta variante, los turbocompresores eran mayores y la potencia se aumentó a unos 515 CV, los cuales se manejaban con una caja manual de 6 velocidades. Junto a esto, en esta versión se aligeró el coche, eliminándose elementos como el espejo lateral derecho, los asientos traseros y el climatizador automático.

Con todo, el resultado era un modelo de 1.350 kg de peso con más de 500 CV, el cual podía alcanzar los 100 km/h en 3,7 segundos y marcaba su velocidad máxima en unos 339 km/h. Sin duda, son cifras aún sorprendentes hoy en día, lo que nos deja muy claro que esta fue una máquina con unas cualidades brutales en su momento.

Son esas cualidades las que Nick Heidfeld podrá experimentar ahora. Y deberá hacerlo, de hecho, ya que Makrutzki aconseja que haga salidas regulares con el 959 S. Según menciona, recorrer unos 100 km al menos una vez al mes por distintas carreteras evitará futuros daños. Todo sea por cuidar el coche… Y porque un deportivo así está para disfrutarlo, por supuesto.