En 2001, Aston Martin era una compañía completamente diferente: era parte de Ford, no tenía nada que ver con las carreras y en su gama apenas había dos coches: el DB7 y el Vanquish de primera generación. ¿Quién podría saber lo que vendría 20 años después, verdad?

En cierto modo, imaginar el futuro siempre es complicado. Si te gusta el cine, probablemente recuerdes películas como Metrópolis, de Fritz Lang, que en 1927 se imagina cómo sería el mundo en el siglo XXI. Pero no hay que irse tan lejos: piensa en Blade Runner o en Regreso al Futuro (¿Dónde demonios están los coches voladores? Este no es el futuro que nos vendieron).

Se basaba en uno de los dos modelos que tenían disponibles

Bueno, volviendo a Aston, Italdesign y Giorgetto Giugiaro pensaban que tenían una pista de los modelos del siglo XXI: por eso revelaron este concept en el Salón de Ginebra de 2001, el Aston Martin Twenty-Twenty, que se supone que adelantaba cómo sería dos décadas más adelante la imagen de esta marca.

A diferencia de otros concept, este modelo era funcional y bajo el capó había una versión mejorada del motor del DB7 (en la foto no se ve, pero está presente, un V12 de 5,9 litros que manda la potencia a las ruedas traseras a través de una caja manual de seis marchas 500 CV). Sin embargo, este ejercicio de estilo, que utilizaba un chasis visible de aluminio y paneles de fibra de carbono y materiales plásticos, nunca llegó más allá.

El Aston Martin Twenty-Twenty no tiene nada que ver con los Aston que se fabrican hoy, lo cual, visto lo visto, es hasta buena noticia... ¿o no?