Mazda debe construir el Iconic SP Concept, heredero del RX-7 rotativo

Un Mazda moderno, pero con faros retráctiles y motor rotativo. En serio, hay que construirlo. ¡Por el medio que sea!

Algunos concept car son absolutamente irreales. A veces, incluso un insulto a la historia de una marca. Ese no es el caso del Mazda Iconic SP, el último coche deportivo que presentó el fabricante nipón. Un heredero espiritual del RX-7 con motor rotativo. Aunque lejos de suponer un "Oh, qué bonito" entre los aficionados a los coches japoneses, el efecto ha sido radical: hay que lanzarlo al mercado.

Toyota, la clave de un (hipotético) futuro Mazda RX-7 rotativo Wankel

Da igual si es a modo de edición especial limitada o con la misma estrategia que Toyota ha empleado en coches como el nuevo Supra o el GR86. Sin embargo, no hay que emocionarse tanto. Se trata de un coche eléctrico que cuenta con un motor Wankel de dos rotores a modo de generador. Una potencia de 365 CV y tracción trasera para solo 1.450 kg de peso. Aun así, nos gusta demasiado.

Es hora de lanzar el Mazda Iconic SP Concept

Vale, todo va hacia lo eléctrico. Lo hemos captado y uno de sus grandes problemas es el peso y la autonomía. Pero los vehículos de rango extendido son una opción muy solvente. Un motor de gasolina para actuar como generador y aumentar drásticamente el rango, reduciendo el peso y el uso de materiales en la instalación de enormes baterías.

Pero es que, además, imagina tener un rotativo Wankel bajo el capó. Y si a ello le sumas un diseño tan exótico, la ecuación se vuelve demasiado atractiva. Necesitamos más deportivos como este Mazda o como el Hyundai N Vision 74. Mezclas entre Regreso al Futuro y Cyberpunk. Escenas propias de las calles de Tokio, llenas de neones bajo la lluvia.

En su interior, una modesta pantalla táctil, una consola central con controles deslizantes, cuadro de instrumentos digital de estilo retro, volante deportivo en tela de Alcántara con levas, asientos baquet de fibra de carbono... Todo está demasiado bien. Y sus puertas de tijera son aún mejor.

Mazda Iconic SP

Al frente tenemos una gran parrilla con la forma ovalada propia del Mazda RX-8 y el emblema iluminado de la marca. Faros retráctiles que solo podríamos imaginar en nuestros sueños más húmedos y una parte trasera elegante, con una firma lumínica agradable que recuerda más al MX-5.

Desde el equipo de diseño de Mazda liderado por Masashi Nakayama hasta los ingenieros que centran su atención en la mecánica. Todos parecen estar cortados por un patrón común que se posiciona del lado JDM. De la deportividad y las sensaciones. Una historia que, poco a poco, se está perdiendo. La independencia de Mazda, se nota.

Esto no es un coche eléctrico convencional. No quiere ser un vehículo con una enorme batería que diga solamente "Eh, soy respetuoso con el medio ambiente". No quiere ser un vehículo para ir del punto A al punto B. Quiere emocionarte, respetar la tradición del fabricante. Que te vayas a los circuitos o a las montañas. Que disfrutes. Prepara la cartera, porque el futuro puede ser brillante.