Motor M de Toyota: el padre del 6 cilindros en línea turbo 2JZ

Toyota 2000GT

Durante más de 30 años, los motores M de Toyota fueron la mecánica más famosa de la marca. Una serie de 6 cilindros en línea que además de potentes, fueron muy duros... ¡Y los padres del 2JZ!

Aunque siempre se habla del motor 2JZ de Toyota como uno de los más conocidos, lo cierto es que hubo un precedente incluso más famoso y utilizado de forma masiva en multitud de vehículos: los motores M. Una mecánica que apareció a mediados de la década de 1960 y que se extendieron hasta principios de los 90'.

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Se trataba de una familia de motores de 6 cilindros en línea con diversas configuraciones que dieron vida a modelos muy famosos. Incluso al primer coche deportivo de la historia JDM, el Toyota 2000GT. Y como en Top Gear no condenamos a nadie al olvido... Hablemos de ellos.

Motores M de Toyota

Toyota 2000GT

RM Sotheby's

El primer motor M fue un 6 cilindros de 2,0 litros SOHC con 2 válvulas por cilindro y hasta 115 CV de potencia. En el caso de la actualización con carburadores de doble garganta, esa fuerza se elevó hasta 125 CV. Si bien sufrieron multitud de modificaciones para cumplir con las normativas de emisiones.

Algunos coches que equiparon la primera generación de estos motores fueron los Toyota Crown en todas sus versiones hasta 1983 o el Toyota Corona MK.2. Aunque para la década de los 80', la popularidad de los turbocompresores se asentó con fuerza en Japón.

Fue entonces cuando el motor M-TEU apareció con hasta 160 CV de potencia, dando vida al Toyota Supra de primera generación, el Toyota Soarer o el Celica XX 2800GT. Una de las grandes innovaciones de aquel bloque fue la implementación por primera vez de un intercooler aire/agua.

Toyota Supra Turbo MK.3

A partir de entonces surgieron las generaciones posteriores, denominadas como motores 3M, 4M, 5M, 6M y 7M. Esta última con una variante muy especial: el motor 7M-GTE. Una denominación que se aplicaría a los mejores motores del fabricante turboalimentados, como el 2JZ-GTE.

Ese bloque fue precisamente el padre del 2JZ y generó hasta 267 CV mediante un sistema biturbo y 3,0 litros de cubicaje para el Toyota Supra MK.3. Aunque desapareció rápidamente, en 1992, antes de dar forma e inspirar a su reemplazo.

Sin nada que envidiar en esta última fase al 2JZ, lo cierto es que el 7M-GTE de Toyota fue un gran motor y muy potenciable. De hecho, la variante de competición para el Grupo A llegó a generar más de 580 CV de fuerza. Que no haya ganado tanta fama y no esté extendido hoy en día se debe, desafortunadamente, a la dificultad de encontrar recambios y las poquísimas unidades restantes.