Opel Insignia GSI: ¡el regreso de unas siglas doradas!
Sé que si eres un amante de Opel hoy es un día especial. Lo tiene que ser: las siglas GSI renacen en un sedán deportivo que sobre el papel tiene una pinta excelente. El Opel Insignia GSI será la opción más deportiva, al menos de momento, del Opel Insignia 2017: su desarrollo en el Circuito de Nürburgring y una serie de mejoras muy importantes, como por ejemplo una notable rebaja de peso, le hacen una opción muy interesante si estás buscando una berlina con una imagen muy potente y con un motor poderoso y eficiente.
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Varias son las novedades claves del Opel Insignia GSI que cabe destacar. Probablemente el más importante respecto al pasado Insignia OPC es el motor más pequeño: el V6 de 2.8 litros y 325 CV deriva en un cuatro cilindros de dos litros turbo con 260 CV. Parece una rebaja importante, pero en Opel aseguran que el coche es más rápido en una carretera de curvas que su antecesor. Este milagro se debe a los 160 kg menos de este nuevo modelo, aunque dudo que pueda ser tan rápido en línea recta.
No obstante, yo imagino que este Opel Insignia GSI se colocará como una opción intermedia entre los Insignia ’normales’ y el futuro Insignia OPC, que debería llegar con un motor mucho más potente. ¿O no? Todavía tendremos que esperar un poco para salir de dudas, no obstante, el nuevo miembro de la familia GSI, que sigue la estela de coches míticos como el Opel Kadett GSI y será presentado en el Salón de Frankfurt 2017, tiene atributos suficientes para que sea muy atractivo para quienes busquen una berlina estéticamente impecable y buena sobre el asfalto.
El Chasis FlexRide se ha puesto a punto para mejorar el comportamiento en curvas, con tres modos de conducción: Standard, Tour y Sport. Estos modos modifican la respuesta del acelerador o la dureza de la dirección. El Opel Insignia GSI también incluye el modo Competición, que se activa a través del botón del ESP y deja a este en un modo latente para permitir mayor libertad en la pista: una doble pulsación apaga por completo el control de tracción.
La tracción integral también colabora para conseguir un nivel dinámico de primer nivel: ofrece un reparto vectorial del par de serie. Esta tecnología sustituye el diferencial convencional en el eje delantero por dos embragues que pueden acelerar cada rueda trasera individualmente en cuestión de milésimas. Según Opel el subviraje queda desterrado del Insignia GSI. ¿Un Opel que gira? Veremos.
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Por su parte, el motor promete ser un ejemplo en cuanto a prestaciones y eficiencia. Este dos litros turbo genera 260 CV y un par de 400 Nm. El consumo medio se queda en los 8,6 litros a los cien, con unas emisiones de 197 gramos de CO2 por kilómetro. Este motor se combina con una nueva transmisión automática de ocho velocidades con dos modos de funcionamiento, el ‘standard’ y el ‘Sport’, que apura más las marchas en una conducción deportiva.
Por supuesto, estéticamente el Opel Insignia GSI recibe mejoras importantes, como un paragolpes con tomas de aire de mayor tamaño, unas llantas de 20 pulgadas realmente interesantes y que recuerdan a las del antiguo Insignia OPC y dos salidas de escapes integradas en la nueva zaga. La verdad es que son cuatro toques que le dan un aire más atractivo pero sin modificar demasiado su aspecto elegante. En el interior, los protagonistas son los nuevos asientos tipo backet que probablemente veremos en futuros modelos deportivos de la marca: ofrecen una mayor sujeción lateral pero sin penalizar el confort y están certificados por la Aktion Gesunder Rücken e.V., una campaña para conseguir una mayor salud para tu espalda.
El Opel Insignia GSI recupera unas siglas míticas para ofrecer una berlina que busca ser más eficiente y eficaz que su predecesora. Estéticamente tiene una pinta excelente, el motor parece que será suficiente para muchos y queda por ver si en curvas estará a la altura de alguno de sus mejores rivales alemanes. Otra pregunta clave es si veremos un Opel Insignia OPC con más de 300 CV como estábamos acostumbrados. Esperemos que así sea.
