Prueba del Koenigsegg Jesko Attack: un misil terrestre de 3 millones de euros

Koenigsegg Jesko Attack

El máximo exponente de Koenigsegg y digno sucesor del Agera RS

No todos los días se conduce un deportivo de más de 3 millones de euros, pero esta prueba del Koenigsegg Jesko Attack cambia las cosas. Tras el Agera RS, este bólido se ha convertido en la punta de lanza de la marca fundada por Christian von Koenigsegg hace más de dos décadas, y concretamente esta es la versión más radical.

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En cuanto a paso por curva, claro. El Koenigsegg Jesko puede adquirise con la especificación 'Attack' para buscar el máximo rendimiento en pista o con el paquete 'Absolut', llamado a pujar por las grandes velocidades máximas en recta junto a Bugatti.

La redacción británica ha estado molestando a Koenigsegg varios años con conducir este extremo deportivo. Eventualmente, los suecos se cansaron y nos tiraron las llaves en uno de los momentos más aleatorios posibles: la Semana del Automóvil de Monterey, en California. Allí robamos a la bestia durante 30 minutos y este ha sido el resultado.

Motor del Koenigsegg Jesko Attack

Koenigsegg Jesko Attack

El Keonigsegg Jesko cuenta con un motor V8 a 90º biturbo de 5,0 litros capaz de producir 1.298 CV con gasolina convencional o 1.625 CV y 1.500 Nm de par máximo con combustible etanol. Y lo sorprendente es que, como ya os contamos hace meses, este bloque es el que más rápido se revoluciona del planeta. Es capaz de subir hasta las 8.500 rpm en solo 0,2 segundos.

Sin embargo, el motor se va a un segundo plano cuando te percatas de las posibilidades de la LST (Light Speed Transmission) patentada por la marca y que ahora tendrá una contrapartida manual con el nuevo Koenigsegg CC850.

Esta caja de cambios automática cuenta con 9 velocidades y un sistema de engranajes y embragues en disposición 3x3 que permite tener todas las marchas ya engranadas antes de realizar el cambio. Esto te permite pasar de una velocidad a otra en un tiempo ínfimo y reduce el peso del conjunto, ya que no hay volante entre motor y caja de cambios.

Diseño del Jesko

Koenigsegg Jesko Attack

La palabra que lo resume a la perfección es 'sublime'. La unidad que condujimos era de un color naranja papaya (habría que ponerlo al lado de un McLaren para decidir cuál impresiona más) con diversos toques en fibra de carbono.

El exageradamente pronunciado splitter frontal, los canards laterales, las rejillas en el capó, taloneras, el enorme alerón trasero y el difusor ensalzan el costoso y ligero material con una elegancia soberbia. El coche grita en cada línea 'Llévame a un trackday', aunque no pudimos satisfacer ese deseo.

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Sin duda, la forma de la luna delantera es uno de los mayores atractivos de este superdeportivo, por su enorme curva que envuelve al habitáculo como si se tratara de un caza de combate. Sensación que te empapa aún más cuando te adentras en el interior...

Por dentro vuelves a encontrar fibra de carbono por doquier junto a tela de alcántara y mucho cuero negro con costuras y detalles en el mismo tono naranja del exterior. Los asientos baquet toman formas futuristas, al igual que el enorme volante, el cuadro de instrumentos digital o la pantalla multimedia.

Koenigsegg Jesko Attack

En un formato muy similar al de Porsche, la llave se introduce en el lado izquierdo. O más bien se reposa en su hueco magnético que te permite arrancar el bólido. Iluminación LED en los pedales y la botonería del volante en formato de dos pequeña pantallas táctiles con botones hápticos.

El cuadro de instrumentos está fijado al volante y al girar el conjunto, el marcador de velocidad, revoluciones, marchas y todos los iconos rotan como un giroscopio que se mantiene completamente vertical independientemente del ángulo de la interfaz.

Todo el interior es abrumador y está repleto de sensacionales detalles que afirman con notoriedad la labor y amor que sienten en Koenigsegg por la automoción de lujo. Destacables son los dos reposavasos para conductor y acompañante que... Bueno, te permiten dejar tu café asegurado en un coche de 1.300 CV. 

Al volante del Koenigsegg Jesko Attack

Koenigsegg Jesko Attack

Durante la prueba del Koenigsegg Jesko nos percatamos de su personalidad en curvas rápidamente. Es un automóvil especialmente satisfactorio de conducir en carretera. Bueno, en términos relativos, porque las carretereas de Estados Unidos son mucho más indulgentes que las del viejo continente.

A baja velocidad es dócil y está bien calibrado. No se siente brusco ni mucho menos. Después de abandonar las calles repletas de curiosos y car spotters, llegamos por fin a una vía de acceso a la autovía. ¿Police intensifies? No, solo un pequeño acelerón y sorpresa: acelera más de lo que te puedas imaginar leyendo las cifras de rendimiento.

Es casi tan rápido como un motor atmosférico pero con la fuerza de un sistema de doble turbo. La caja de cambios es espectacular, aunque las levas del volante podrían ofrecer un mayor recorrido y mejor sensación. Seguro que la solución ya está en camino.

La combinación de tecnología y sensaciones desafía la norma impuesta por decenas de hiperdeportivos durante los últimos años. Una artesanía magnética y un coche que aboga por las viejas sensaciones al volante. Con números que hacen temblar a todo el panorama deportivo actual.

Vamos a seguir llamando a la puerta de don Christian von Koenigsegg, a ver si esta vez nos tira las llaves pero en suelo europeo y para una prueba de conducción extendida. Lejos de miradas indiscretas, entre montañas y sobre el asfalto de algún circuito...

Seguro que llega el momento. El que lo sigue, lo consigue (al Jesko).