Prueba del Lamborghini Aventador SV RWS: girando de más en Nürburgring

Porque cuatro siempre es mejor que dos...

¿Un Lamborghini Aventador SV RWS en Nürburgring? Suena bien...

Pues sí, pero no creas que hemos venido hasta aquí para hacer el loco a todo lo que da el coche. Bueno, un poco sí. En realidad hemos venido a Alemania para poder poner a prueba el nuevo sistema de dirección en las ruedas traseras que ha desarrollado Lamborghini -¿recuerdas nuestra prueba del Lamborghini Centenario?- para mejorar la maniobrabilidad del Aventador a baja velocidad y la estabilidad yendo a ritmos más altos. Y se me ocurren pocos circuitos mejores para hacerlo... 

El hombre que nos servirá como referencia dentro de la pista será Mario Fasanetto, el máximo responsable del equipo de probadores de la firma del toro y encargado también de una parte importante de la división de I+D de la marca. Lamborghini rueda aquí cada año unos 100.000 kilómetros, así que creemos que sabe lo que se hace...

¿Es el mismo sistema que incorpora el Centenario, entonces?

Sí, se trata del sistema que ya pudimos probar brevemente en Nardò -aquí te dejo un vídeo donde puedes ver al Lamborghini Centenario dando unas vueltas en la pista-, que ahora vamos a poder experimentar con mayor profundidad. Según Giuseppe di Rosa, experto en la dinámica de conducción de los vehículos de la marca, el nuevo sistema RWS -rear wheel steering- proporciona un control total del coche. No está mal para un automóvil de 750 CV, ¿verdad?

El Lamborghini Centenario da unas vueltas en Nardò

Cuéntame más...

Es muy sencillo. Bueno, en realidad, no. Pero para poder entendernos debes saber que el Lamborghini Aventador SV RWS que hemos probado en Nürburgring tiene un sistema de ruedas traseras directrices que permiten al coche realizar giros más cerrados a baja velocidad -por debajo de 80 km/h- gracias al giro de las ruedas posteriores en el sentido opuesto al de las delanteras. ¿Qué se consigue con esto? Al igual que sucede en el Porsche 911 GT3, la batalla virtual del coche se acorta y le permite ser bastante más ágil en las maniobras. 

¿Y qué sucede cuando se superan los 80 km/h? Las ruedas traseras giran en el mismo sentido que las delanteras -aunque menos grados, lógicamente-, lo que aumenta la distancia entre ejes virtual en 70 centímetros, aumentando la estabilidad del coche a altas velocidades.

El funcionamiento es sencillo, ¿y la ingeniería?

Aquí viene lo complicado: ha sido necesario modificar buena parte del esquema de suspensiones trasero para poder acomodar los dos motores eléctricos que se encargan de dirigir las ruedas posteriores que, junto a la centralita encargada de enviar las órdenes al sistema, suponen un aumento de peso de ocho kilos. No es demasiado teniendo en cuenta que el peso del Lamborghini Aventador SV normal es de 1.525 kg. Pero no te obsesiones con el peso, porque merece la pena: los chicos de Lamborghini aseguran haber recortado su tiempo por vuelta en el Infierno Verde en unos dos segundos. Eso, a los ritmos a los que se mueven por aquí estos coches, es bastante impresionante. ¡Bien hecho!

Muy bien, ¿cómo va?

En esta sesión de pruebas hemos podido ir cambiando del Lamborghini Aventador SV equipado con el RWS al que no lo tenía incorporado durante horas. Al principio nos limitamos a rodar en el circuito de Gran Premio -el mismo trazado que se emplea en la Fórmula 1-, en el que podemos aprovechar para ponernos al día con el coche: sus potentes frenos, su pequeño habitáculo -¿por qué tuve que crecer tanto?- y su adictivo modo de conducción Corsa, donde todo depende de ti: para bien y para mal. 

¿Y el RWS?

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Con el sistema de dirección en las ruedas traseras, el Aventador es increíblemente más ágil en pista. Gracias a la ayuda extra, el coche transmite mucha más confianza y te permite centrarte mucho más en exprimir los 750 CV de su motor V12 de 6,5 litros. Y lo mejor es que no sientes en ningún momento que hay algo ahí escondido para ayudarte a enlazar mejor las curvas: todo es natural, lógico, instintivo... y brutal. Sencillamente brutal. Incluso con el control de tracción desconectado el SV RWS te permite apretar más de lo que jamás podrías haber imaginado. Que, ya te adelantamos, es mucho. 

¿Y en Nordschleife?

Raro. Deja que me explique: en el complicado trazado tradicional de Nürburgring el sistema de dirección de las ruedas traseras del Lamborghini Aventador SV RWS no es tan decisivo como otros factores como, por ejemplo, que estés loco. En realidad me he encontrado más cómodo con el modelo normal -el Aventador que puedes comprar ahora mismo, si tienes suficientes euros en tu cuenta bancaria- siguiendo el ritmo de Mario, aunque es cierto que en las secciones rápidas el prototipo transmite una mayor confianza. 

¿Significa eso que el sistema no sirve para mucho? No, pero desde luego para notar la mejora deberás entrar a circuito a menudo... o tener la posibilidad de cerrar una carretera de montaña. Y cubrir las laderas con colchones viscoelásticos. Por si acaso. Pero míralo por el lado bueno: aparcarás mejor. 

¿Algo más?

Sí: el Lamborghini Aventador SV RWS que hemos probado en Nürburgring también tenía el nuevo sistema de infoentretenimiento que empezarán a montar los nuevos modelos de la marca. Que mola bastante. Y además los parámetros de la dirección trasera -entre otros muchos- aparecen en la pantalla principal para que veas cómo rinde en cada momento. Y para vacilar a tus colegas. Que es para lo que lo vas a usar... 

Suena bien...

Desde luego. Si este es el futuro de los nuevos Lamborghini, nos gusta mucho. ¡Bravo!

Texto: Jason Barlow

Etiquetas: Nürburgring