Parece que el Dodge Viper está volviendo a las primeras planas durante las últimas semanas debido a preparaciones y subastas de este sensacional coche deportivo. Sin embargo, lleva mucho tiempo en la mente de coleccionistas y aficionados a los americanos.

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¿Qué hace tan especial a este coche? Son varios los factores que lo ponen al frente de algunos rivales de su época. Principalmente, que cuenta con un motor V10 que permite aumentos de potencia extraordinarios. Por otro, que se aleja de los muscle car y se acerca a un concepto de superdeportivo. Y finalmente, que hay más bien pocos.

La historia del Dodge Viper

Dodge se encargó de fabricar el Viper entre 1991 y 2017 en el seno del Grupo Chrysler. Su objetivo principal era competir contra el Chevrolet Corvette, que tenía un concepto similar. De hecho, para conseguir este logro, llevaron a participar en el proyecto a grandes nombres como Carroll Shelby o Lamborghini.

Shelby participó activamente en su diseño y la marca italiana (por aquel entonces, propiedad de Chrysler) se encargó de echar un cable a los estadounidenses con su motor V10, desarrollado a partir de un V8 que ya estaba montado sobre el coche de preproducción. Una característica fundamental que lo diferenció claramente de la competencia.

La primera generación del deportivo empezó a venderse en 1992 hasta 1995, con las comodidades justas para un coche de la época, porque era concebido como una máquina de competición. No había cerraduras en las puertas y el aire acondicionado fue una opción.

Una bestia capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 4,7 segundos con una velocidad máxima de 266 km/h y un consumo medio homologado de unos 15 litros a los 100 kilómetros. Había que dar de comer al V10 atmosférico de 8,0 litros, desde luego...

Entre 1996 y 2002 vio la luz la segunda generación, cuyo máximo exponente fue el Dodge Viper GTS con 450 CV de potencia. Si bien, a nivel estético hubo algunos cambios que no terminaron de gustar, como la sustitución de las salidas de escape laterales por una línea convencional.

En 2003 nació la última generación, que se extendió hasta 2017 con grandes iconos como el Dodge Viper SRT 10 o el Dodge Viper ACR. Para estos bólidos, ese V10 tuvo un techo de cilindrada de 8,3 litros con 506 CV de potencia y una velocidad máxima de 300 km/h.

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2017 supuso el fin de este icono debido a las bajas ventas y a la obligación legal de instalar multitud de airbags en vehículos desde ese año, cuando el interior del Viper no estaba pensado para ello y un rediseño supondría un coste inútil para la compañía.

Actualmente y dependiendo de la versión, los Dodge Viper oscilan alrededor de los 70.000 euros en ediciones estándar. Un precio que puede incrementarse hasta más de 200.000 euros para los SRT ACR o los VoooDoo II.