Así ha crecido el Ford Mustang en 57 años: larga vida al pony...car

Motorshow_2008_Flickr_Petr Dadák

Javier Prieto

¡Cómo ha crecido el famoso pony car americano en medio siglo!

Los fenómenos audiovisuales de 'Cars evolution' nos presentan la evolución del Ford Mustang a través de un vídeo muy chulo. Durante cinco minutos repasan los 23 modelos que componen la familia del mítico muscle car estadounidense. Mola mazo ver a través de unas divertidas animaciones cómo ha ido creciendo en potencia, motor, peso, carrocería y precio a lo largo de medio siglo (53 años) de vida.  (Pincha aquí para ver el vídeo)

La historia del Mustang arrancó de los sueños del entonces vicepresidente de Ford Motor Company, Lee Iacocca. Tras la caída de ventas de su Thunderbird, enemigo del Chevrolet Corvette, al directivo de la compañía se le había metido entre ceja y ceja crear sustituirlo por otro pepino. Y como les sucede a todos los jefes, le pidió la luna a sus empleados... por le mismo salario, claro. Tenían que diseñar un vehículo que ofreciera todas las comodidades para la clase media, grandes prestaciones, diseño muuuuy atractivo y un precio extraordinariamente. Ah, por si esto fuera poco, debía romper los moldes de la época con un peso inferior a las dos toneladas. Pues de aquellos deseos  nació el 17 de abril de 1964 el mítico Ford Mustang, que además de ser un pelotazo de ventas, fue el origen de los pony cars. Sí, esos cupés con un capó eterno y una trasera exigua.

Volviendo al benjamín de la familia Mustang, decirte que recibió ese nombre como homenaje a un avión de combate de la II Guerra Mundial. Montaba un V8 de 210 jacos para desplazar los 1.189 kg de peso y tenía un precio de 2.320 dólares, una leña para la época. Desde entonces hasta el Ford Mustang 2017, las cifras han variado un 'poquito'. Así, la actual generación del muscle car (2017), está equipado con un V8 de 5 litros y 460 caballos y cuesta 35.095 billetes verdes. Una pasta. Anda pichón, reconoce que el vídeo con la evolución del Ford Mustang te ha molado un cacho. ¿O no?

Foto portada: Petr Dadák vía Flickr.