No solemos prestar demasiada atención a las cualidades de los combustibles de los coches, pero lo cierto es que cuentan con rasgos peculiares. Por ejemplo, el diésel puede tener varios colores y, si has repostado con una versión prohibida, esto hará mucho más fácil que la Guardia Civil te sancione.

El diésel se usa en distintos vehículos, tales como coches, furgonetas o camiones. Además, también se utiliza en maquinaria agrícola. Dado que se puede utilizar en distintos vehículos, hay versiones diferentes, más enfocadas a unos u otros usos. Así, encontramos diésel de tipo A, B y C.

El diésel de tipo A es el que solemos utilizar, el cual se destina a coches, furgonetas y otros vehículos. Su color es verdoso o amarillo y, dado que cuenta con más aditivo y menos parafina, suele ser la variante más cara. Mucho más barato es el diésel de tipo B, para uso agrícola, que además recibe un colorante rojo para poder distinguirlo.

Finalmente, el diésel de tipo C se distingue por su color azulado y está pensado para su uso en calderas o equipos de producción de calor. Es decir, no está enfocado a ser utilizado en ningún tipo de vehículo como tal.

Con esto, el diésel agrícola o de tipo B no es tan diferente al A, pero el hecho de que cuente con menos aditivos, entre otras cuestiones, lo hace más barato. Por esta razón, algunos conductores han sido descubiertos utilizándolos en sus coches, algo que supone un fraude contra la Hacienda Pública.

De esta forma, si bien no es algo común, parece que algunos conductores han intentado ahorrarse unos euros con este método, aunque puede salir más caro. Como vemos, la Guardia Civil puede detectarlo con facilidad y entonces se recibirá una sanción. Además de esto, es posible que se generen algunos problemas en el coche a largo plazo. Sin duda, no merece la pena.