El próximo 12 de mayo la empresa RM Sotheby´s subasta un Ferrari 308 GTS de Gilles Villeneuve en Mónaco. El malogrado piloto de Fórmula 1, considerado uno de los campeones sin corona, recibió el coche en 1977 como regalo de su jefe en La Scuderia, Enzo Ferrari.

Disfrutó del misil rojo hasta el 8 de mayo de 1982, día de su trágica muerte a los 32 años de edad. Aquel día sufrió un brutal accidente durante la clasificación del GP de Holanda en el Circuito de Zolder. 

Durante ese lustro, Villeneuve empleó el Ferrari 308 GTS (chasis 21371) para recorrer los 430 kilómetros que separaban su lugar de residencia, Mónaco, de su 'oficina' de trabajo en Maranello.

Este trayecto que suele requerir unas cuatro de horas, él lo finiquitaba en la mitad. Amaba la velocidad y dominar cualquier máquina para explorar sus límites.

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Y claro, su vehículo particular, no constituía una excepción. Por eso mismo era habitual verle llegar literalmente derrapando a la fábrica en Italia.  El Ferrari 308 GTS de Gilles Villeneuve del que te hablamos y que se ofrecerá en una de las habituales subastas de coches, se encuentra en un magnífico estado de conservación. De hecho, mantiene su motor V8 de 3 litros y 255 caballos, así como el resto de piezas originales. Tan solo el embrague no pertenece a ese modelo, sino que se le instaló uno del 512BB.

De ese modo, los mecánicos buscaron un elemento que pudiera resistir mejor la fatiga de materiales que generaba la conducción del talentoso corredor. El odómetro del coche solo marca 36.600 kilómetros, aunque vividos al límite y con mucha intensidad.

El pequeño, sincero, honesto e increíblemente rápido Villeneuve compitió en la categoría reina durante seis temporadas (1977-1982), sumando 6 victorias, 13 podios, 2 poles y 8 vueltas rápidas.

Y aunque su mejor resultado 'solo' fue el subcampeonato de 1979, dejó una profunda huella entre la legión de seguidores que le siguen recordando. Su estilo de conducción, intuitivo, agresivo, pero extraordinariamente deportivo, le hicieron ganarse el respeto de los rivales y la admiración del público.

Fotos: RM Sotheby´s