El Mercedes GLC amplía su gama con el motor diésel y con etiqueta ECO

Mercedes GLC 300 D

Gustavo López Sirvent

Tiene un motor de 2.0 litros y desarrolla 269 CV

La fórmula de exprimir al máximo un modelo para sacarle el mayor jugo posible le está dando pingües beneficios a Mercedes. Tenemos el ejemplo de la nueva generación del GLC, que hace escasas fechas presentaba su versión híbrida enchufable GLC 300 e 4MATIC, y ahora amplía su gama con una versión con motor diésel.

Yendo al grano, en cuanto a mecánica nos encontramos con un motor de 2.0 litros y cuatro cilindros en línea que desarrolla una potencia de 269 CV y 550 Nm de par máximo. Un bloque asociado a una caja de cambios automática 9G-TRONIC de nueve velocidades y un sistema de tracción integral 4MATIC.

Uno de los puntos fundamentales de este propulsor es su electrificación. Dispone de tecnología híbrida ligera (MHEV) de 48 voltios, lo que le hace valedor del distintivo ambiental ECO de la DGT con todas las ventajas de movilidad que ello supone. 

Gracias a esta motorización puede acelerar de 0 a 100 km/h en 6,3 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 243 km/h. Declara un consumo medio de combustible de 5,6 litros a los 100 kilómetros y unas emisiones de CO2 de 148 g/km.

Los nuevos aires de este SUV mediano de la firma de la estrella llega con un equipamiento cargado de tecnología, seguridad e infoentretenimiento. 

Tiene el eje trasero direccional o la suspensión neumática Airmatic, pero también elementos enfocados a la conducción off road, como el sistema Agility Control (que eleva la suspensión) o el capó transparente.

Una vez te adentras en el nuevo Mercedes-Benz GLC es prácticamente el mismo que el del Clase C, pero mucho más digital. Presenta dos pantallas muy prominentes: la del cuadro de instrumentos es de 12,3 pulgadas y la multimedia, estilo tablet en posición vertical, de 11,9 pulgadas, que integra la última generación del sistema MBUX.

El único pero para los amantes de los mandos físicos, es que no los vas a encontrar en el sistema de climatización. Todo pasa por la pantalla central. La intención de la marca alemana es que ese monitor sea lo más funcional posible, ya que imitan a los físicos, contando con ruletas y botones habituales, y se mantienen siempre fijos. No son tan certeros como los de toda la vida.

Respecto al modelo saliente, este Mercedes GLC apenas varía en tamaño, siendo ligeramente más largo (+6 cm) pero igual de ancho y algo más alto (+4 mm). La distancia entre ejes se fija en 1,5 cm más para rozar los 2,90 m. Así, encontramos una bancada trasera también muy cómoda, a la par de espaciosa. 

Dado que el techo no cae excesivamente desde el pilar C, el espacio para las cabezas es bastante generoso. E igualmente para las piernas: hasta sentados tras un conductor alto, gozamos de buena holgura.

El precio del Mercedes GLC 300 D 4 MATIC para nuestro país ya te puedes hacer a la idea de que no será barato. Se establece de partida en 68.450 euros.