Mercedes GLC

El Mercedes-Benz GLC es el SUV mediano de la marca y sustituto del GLK. Esta sustitución llega con una imagen mucho más actual, una gama de motores más eficientes y asistentes de conducción de última generación. Al igual que está pasando con otros modelos de la marca, la denominación GLC es fruto de la nueva designación de modelos que está llevando a cabo la marca. Además el modelo ha crecido en sus cotas pero ha reducido su peso en 80 kilogramos. Los principales competidores del Merdeces-Benz GLC son el Audi Q5, el BMW X3, el Porsche Macan o el Jaguar F-Pace. El aumento de tamaño se ve reflejado en el interior del GLC, que además de haber sido actualizado, ha crecido para ofrecer un espacio más que generoso para los ocupantes. Recurre a materiales premium como la napa o las molduras en madera. Destaca su panel central táctil, desde el que se pueden manejar las funciones del vehículo mediante gestos.

Mecánicas polivalentes

La actualización de este SUV mediano llega con una apuesta por motores más eficientes y menos contaminantes. Estarán disponibles un 220d con 170CV, un 250d de 204CV y el GLC 250 de 211CV. Todos ellos equipados con la tracción integral y permanente '4Matic'. Además existe una versión AMG con 367 CV, el AMG GLC 43 '4Matic'. Además de la tracción a las cuatro ruedas, el GLC incorpora de serie el tren de rodaje 'Agility Control' con suspensión mecánica y sistema de amortiguación variable. Al igual que el resto de los modelos de la marca, el GLC cuenta con el sistema de control de dinamismo 'Dynamic Select' que incluye cinco programas de conducción ('Eco', 'Confort', 'Sport', 'Sport+' e 'Individual'). Para que el GLC gane algunas cualidades fuera del asfalto, Mercedes-Benz ofrece un paquete técnico off-road que incluye visualización dinámica en tiempo real en el display multimedia del sistema 'Comand', control de descenso 'Downhill Speed Regulation' (DSR), cinco programas de conducción todoterreno, protección de bajos, función de luces para todoterreno y altura de marcha del vehículo aumentada en 20 milímetros (con suspensión mecánica) o 50 milímetros (con suspensión variable 'Air Body Control'). A esto se suman sistemas de asistencia a la conducción de última generación, conocidos como 'Intelligent Drive'. Lo que se consigue con ellos es una conducción más segura y confortable gracias a los diferentes datos que se computan tras ser recogidos por los sensores.

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