La multa por quedarte sin gasolina puede darte un disgusto de 3.000 euros

estación de servicio Repsol

Gustavo López Sirvent

Todo pasa por llevar un recipiente adecuado cuando la hayas comprado y vuelvas a tu coche. Si no, te arriesgas a que las autoridades te impongan la citada multa

Hay gente a la que, si se enciende el indicador de repostar carburante le genera taquicardias, ya que piensan que no van a llegar al surtidor antes de que se les pare el coche. Pero habrá personas a las que que esa taquicardia se convierta en infarto cuando piensen que si agotan el combustible pueden ser multados con 3.000 euros si cometen alguno de los errores que ahora te vamos a comentar. 

El Reglamento General de Circulación de la DGT no especifica esta situación como infracción, pero aun así debes tener en cuenta algunas cosas. 

Lo primero que debemos saber es que un coche tiene entre 60 y 120 kilómetros de autonomía una vez entra la reserva, dependiendo del modelo. Esto significa que en la mayoría de ocasiones hay tiempo y combustible de sobra para poder llegar hasta la gasolinera más próxima.

Si dadas las circunstancias (pueden ser raras, pero se dan) de que no te ha dado tiempo a repostar para que no se pare tu vehículo, deberás apresurarte a colocarlo en una zona segura y que no perturbe ni ponga en peligro al resto de usuarios de la vía. ¡Pero ojo! La parada debe realizarse fuera de la calzada, en el lado derecho y dejando libre la parte transitable de la vía. 

De incumplir esta norma te expones a una multa de 200 euros sin pérdida de puntos (artículo 91 del Reglamento General de Circulación).

Además hay que hacerlo de forma legal ya que si realizamos una maniobra arriesgada o peligrosa durante la detención del vehículo, también podrían multarnos por la misma razón, y por tanto con el mismo importe (artículo 3).

Una vez hayas parado y estacionado tu coche de forma segura en una zona que no moleste, lo siguiente es actuar al igual que si hubiéramos sufrido un accidente, es decir, colocarse el chaleco, poner los triángulos, etc. Aun así, todavía estamos expuestos a recibir la peor multa posible en caso de quedarte sin gasolina o diésel.

Y aquí llega la sanción más dura (y ridícula) que puedas recibir por quedarte sin carburante. Si finalmente decidimos abandonar el vehículo y acudir hasta una estación cercana para ir a por gasolina, debemos llevarla siempre en recipientes homologados para este tipo de líquidos. 

Si la Guardia Civil nos ve que llevamos una botella común, un bote, o una bolsa llena de combustible, pueden imponernos una multa de hasta 3.000 euros por no llevar un bidón homologado para el traslado de combustible.

Todas las estaciones de servicio cuentan con este tipo de recipientes, así que más vale la pena pagar lo poco que cuestan, que arriesgarte a una multa de esa cantidad.