El efecto de las bonificaciones por el repostaje tanto de gasolina como de diésel puede ser devastador si el Gobierno de España no aclara si seguirá manteniendo las ayudas de 20 céntimos por litro repostado a partir del 31 de diciembre, que es cuando finalizará, presuntamente, dicho suplemento.

Ese efecto no es otro que la incertidumbre, que hará que se produzca en los últimos días del año una avalancha de usuarios que querrían aprovechar las últimas horas de los descuentos en los combustibles, para obtener grandes cantidades a menor precio y llenar los depósitos. Así lo advierte la Federación de Asociaciones de Empresas de Estaciones de Servicio de Andalucía (Fedaes).

La patata caliente ya la tiene el Ejecutivo en su mesa, ya que la Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio (CEEES) ha denunciado que, a comienzos de diciembre, envió una carta formal al Ministerio de Hacienda para solicitar la constitución de una mesa que sirviese para consensuar la posible prórroga de la bonificación de 20 céntimos a los combustibles. 

Sin embargo, la realidad es que en la actualidad, más de 10 días después, no han tenido respuesta alguna por parte del Gobierno. Y es que la falta de información oficial siembra de dudas a la población, sobre todo en estos tiempos tan difíciles a nivel económico.

Optimismo relativo en el sector

A pesar de esa lógica inquietud miembros de la confederación CEEES han mostrado su optimismo relativo respecto a la decisión que se tome finalmente, considerando que la bonificación se prorrogará durante 2023, sin discriminación, tal y como se ha ejecutado durante esta segunda mitad de año 2022. 

Desde esta asociación afirman que esa medida ha funcionado "bien" para las empresas, consumidores y transportistas. Aunque subrayan una y otra vez que “es necesario que tengamos toda la información con antelación suficiente, sobre todo si se cambian los términos de su aplicación, para tener seguridad jurídica y no tener que llegar al 1 de enero improvisando de nuevo”.

El silencio gubernamental es lo más preocupante en un sector ya de por sí perjudicado por los precios desde la pandemia por Covid y, posteriormente, por la guerra de Rusia. "Una decisión así hay que programarla, como mínimo, con 15 días de antelación”, o de lo contrario el Gobierno incurrirá en una “irresponsabilidad enorme” por inacción, generando graves problemas logísticos y administrativos.

Mientras tanto, a día de ayer, el precio medio de la gasolina en nuestro país es de 1,598 euros el litro, mientras que el del gasóleo es de 1,771 euros el litro.