¿Es el nuevo BMW M8 Competition un auténtico deportivo o un GT?

BMW M8 Competition

Victor Delgado

Es el que más se acerca a un equilibrio perfecto.

El BMW M8 Competition no es una versión fácil de encasillar. Por un lado, el nuevo coupé de BMW es un gran turismo con mayúsculas. Un coche capaz de asombrar con un diseño que rompe cuellos, pero que a la vez es capaz de tragar kilómetros como si no hubiera un mañana sin que tu espalda se resienta o termines reventado después de un viaje largo. La cuestión aquí es que sabemos que toda máquina que pasa por las manos de BMW M lleva implícito un marcado carácter deportivo, y este Serie 8 no iba a ser menos. Por lo tanto, nos surge una duda coherente: ¿es el BMW M8 Competition un deportivo o un gran turismo?

El BMW M8 Competition como deportivo

El primer argumento que sale a relucir para defender al nuevo BMW M8 Competition como un deportivo de verdad es su motor. Un bloque V8 biturbo de 4.4 litros que entrega 625 CV. ¿Cómo no iba a ser radical y deportivo un coche así? Además, el chasis ha sido desarrollado de forma específica, las barras estabilizadoras han sido reforzadas y la suspensión ha sido modificado para que el conjunto tenga mayor rigidez. Con ello, su paso por curva es más rápido, efectivo y estable.

BMW M8 Competition

Como ya hemos visto en el nuevo M5, el BMW M8 Competition incorpora un sistema de tracción total xDrive. Pero antes de echarte las manos a la cabeza, déjame decirte que la prioridad total es del eje trasero: el delantero solo entrará en acción cuando la electrónica sienta que la cosa se te está yendo de las manos. Además, al desconectar el control de estabilidad se puede elegir que todo el par vaya al eje trasero. ¡Vaya derrapadas deben salir! Por su parte, la caja de cambios de ocho velocidades es rapidísima.

Y cómo íbamos a dejar de lado su imagen de coche fiero. Las cuatro salidas de escape integradas en el difusor trasero, las llantas de 20 pulgadas, el color mate de su carrocería, un paragolpes delantero diferente... todos estos elementos nos hacen ver que estamos ante algo 'gordo'. 

El BMW M8 Competition como gran turismo

Sin embargo, no nos engañemos. Lo anterior está genial, pero es probable que alguien que busque unas sensaciones puras de conducción busque un modelo menos pesado y más pequeño que el BMW M8 Competition. Al final, en él tienes todas las comodidades de una berlina de lujo, tanto en marcha como en tecnología. Por ejemplo, incorpora de serie una instrumentación 100% digital, así como numerosos asistentes a la conducción y conectividad total.

BMW M8 Competition

Y sobra decir que sus modos de conducción te permiten escoger uno para viajar y que el coche se comporte como un automóvil del segmento E o incluso F. Además, la postura de conducción es baja, pero no llega a serlo tanto como en un deportivo puro, mientras que las sensaciones al volante llegarán más filtradas debido al aislamiento acústico.

Conclusión

Cuando he comenzado a escribir este artículo estaba pensando si la conclusión estaría clara ya desde el principio, y lo cierto es que casi podría decirse que sí. El BMW M8 Competition no deja de ser ni una cosa, ni la otra: es las dos a la vez. Un deportivo capaz de ofrecerte sonrisas cuando se lo pides o de ir al circuito para ponerte en los apuros que tú quieras, pero también de cruzarte la península como quien se come una bolsa de cacahuetes.

Al final, si me pusieran una pistola en la cabeza pidiendo que lo encasille en uno de los dos segmentos, diría que es un gran turismo. Pero obviar la filosofía deportiva de este coche sería también un pecado.