El primer motor diésel de Renault que se montó en un Mercedes

Motor de Mercedes

Sigue generándose polémica sobre algunas de las sinergias entre ambas marcas. Pero ¿cuál fue el primer motor diésel de Renault que se montó en un Mercedes? ¿Por qué se tomó esta decisión? ¿Cómo es posible que esto siente tan mal? 

Lo verdaderamente novedoso es que algunos coches de Mercedes vayan a dejar de montar algunos propulsores de los creados por Renault. Sin embargo, las redes sociales se han vuelto un poco locas a raíz de este asunto. O al menos, ese puñado de personas a los que no le hace gracia reconocer que los del rombo llevan acumulada ya mucha experiencia en hacer motores de coche muy fiables. 

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Curiosamente, esto sucede en el mundo más globalizado y con más elementos compartidos de la historia del automóvil. Y estas colaboraciones, que existen desde que el mundo es mundo, no siempre se dan entre fabricantes del mismo grupo.

¿Eso es lo que escandaliza? Depende. Por ejemplo, un clásico es que el revuelo se monte cuando las marcas comerciales no estaban al mismo nivel de calidad o prestigio. Y hay muchos ejemplos en la historia (los motores VW que llevaron los Porsche transaxle; el Hyundai/Mitsubishi Galloper 'powered by Mercedes'; los motores Renault de los Volvo S40 primera serie; los Peugeot-Renault-Volvo PRV6 que equiparon modelos como el DeLorean, el Citroën SM con propulsor Maserati... 

La colaboración entre los de la estrella y los del rombo data de hace algo más de una década, con el diésel K9 que llevarían los Mercedes Clase A (y que llegaría a animar a otros modelos del catálogo alemán, como el Mercedes Clase B o el CLA).

Así, Renault podía compartir y rentabilizar su tecnología con quienes no iban a ser ningún rival directo en el mercado. Y a cambio, Mercedes se aseguraba un volumen de producción, unos precios y una fiabilidad propios de una marca generalista con grandes números de producción y venta. 

De hecho, aunque los acuerdos parten de unos años antes, uno de los primeros motores diésel de Renault es, por excelencia, el turbodiésel inyección dCi. Así que imagina lo que podría ir sucediendo a medida que estos bloques se desenvolvían bien en sus terrenos correspondientes: Renault aumentaba su volumen de venta y postventa... y Mercedes, a volver a los caminos de la rentabilidad para revertir ese gran ahorro de costes en sus modelos.