Recordemos al Rover 75 V6: Todo un gentleman con rasgos germanos

Rover 75 V6

Gustavo López Sirvent

Esta berlina, que se fabricó de 2001 a 2004, montaba la plataforma del BMW Serie 5, tenía un propulsor atmosférico que desarrollaba 177 CV a 6.500 RPM y una caja de cambios manual de cinco velocidades. En su día valía algo más de 33.000 euros que en la actualidad podría ser de 41.000 euros.

Fino estilista y con personalidad, presumido gentleman que lleva la elegancia por bandera. No estamos hablando de Charles Dickens sino del Rover 75 de 2.5 litros y con motor V6

Esta berlina estuvo en el mercado desde 2001 hasta 2004 y tenía rasgos germanos porque su plataforma derivó de la del BMW Serie 5. Además, era gemelo del MG ZT.

Tenía detalles como que eliminó los guardabarros (tal y como haría el mismo modelo, pero de 1950) y contaba con un frontal con cuatro faros redondos con un toque rasgado por arriba, que daban paso a la parrilla cromada de Rover.  

La parte lateral tenía una ligera elevación y en su retaguardia veíamos unos grupos ópticos bien acoplados a la carrocería. Además, tenía un portamatrículas cromado con toques aerodinámicos. 

Su interior contaba con diferentes compartimentos, bastantes botones físicos, como el climatizador bizona, una instrumentación con un halo retro y una iluminación color naranja.  

Quizá no destacaba por tener grandes espacios entre los asientos, sobre todo porque las plazas traseras eran para dos personas. En el centro te topabas con un reposabrazos abatible que, en su interior, portaba una bandeja para apoyar bebidas y objetos. 

El respaldo trasero se podría abatir para que el maletero lograse 432 litros de capacidad para un vehículo que tenía 4,74 metros de longitud, 1,77 de anchura, 1,42 de altura y una batalla de 2,74 metros. 

De su mecánica podemos destacar su motor de 2.5 litros, con un bloque V6 atmosférico, que desarrollaba una potencia de 177 CV a 6.500 RPM y tenía un par máximo de 240 Nm a 4.000 RPM. Además, cada cilindro tenía cuatro válvulas, don dos árboles de levas en cada una de sus dos culatas. 

Todo ello estaba asociado a una caja de cambios manual de cinco velocidades, que tenía unos desarrollos muy cómodos para el conductor.  

Se comportaba como debe hacerlo un gentleman, con elegancia y confort gracias a su supensión McPherson en la parte delantera y paralelo deformable en la trasera. Además, contaba con resortes helicoidales, amortiguadores telescópicos y barras estabilizadoras en ambos ejes. 

En su día (año 2003) costaba algo más de 33.000 euros. Trasladado a las cifras actuales podría ser en torno a los 41.000.