Vídeo: Así se salvaron 38 Lamborghini del huracán Matthew

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Un concesionario de lujo de Palm Beach fue responsable de proteger con éxito 38 Lamborghini del huracán Matthew junto con otros superdeportivos de mucho valor.

Aunque Europa esté a salvo de los temidos huracanes, se vive con aprensión cuando informan de que uno está causando daños personales y materiales en algún rincón del planeta. En este caso, el último fue el huracán Matthew. Si alguna vez has vivido uno de cerca sabrás el trabajo que se acumula para intentar proteger las cosas y las personas de los efectos del huracán. Si encima tienes un concesionario de coches de lujo, más aún. Y como puedes ver en el vídeo de más abajo, los trabajadores de este concesionario en Palm Beach tuvieron que trabajar muchas horas para salvar 38 Lamborghinis del huracán Matthew junto con otros superdeportivos de lujo.

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Los daños materiales ocasionados por el huracán Matthew de la semana pasada a su paso por Estados Unidos fueron incalculables sobre todo en zonas costeras, donde cientos de automóviles quedaron literalmente destrozados. Para intentar proteger todos sus vehículos, el concesionario Lamborghini de Palm Beach, en Florida, tuvo que realizar un ejercicio de máximo aprovechamiento del espacio. Aunque entre los vehículos no se ve ningún Lamborghini Centenario, todos los coches valían muchos ceros como para dejarlos en la calle.

Los trabajadores consiguieron salvar de las fuertes tormentas y rachas de viento 38 superdeportivos del fabricante italiano así como 11 unidades de otras marcas como Ferrari, Porsche, Rolls-Royce, Audi y Mercedes de las que también se hicieron cargo.

Para conseguir introducir todos estos vehículos en un espacio bastante limitado, entre el taller y la zona de exposición, tuvieron que diseñar un verdadero ‘tetris’ y encajarlos uno por uno, dejando en ocasiones apenas unos centímetros de separación. Aunque parezca increíble, tal y como han asegurado desde el concesionario, ninguno de los automóviles sufrió daño alguno, ni tan sólo un arañazo.

Una vez pasada la tormenta pudieron sacar de nuevo todos los coches, eso sí, con el mismo cuidado que antes para que no sufrieran daños. Las maniobras se hicieron despacio y con precaución ya que bajo ese techo había muchos millones de euros.