Mientras que algunos mercados renuncian a las minivan, en Japón hacen furor. A menudo os traemos preparaciones alocadas, descabelladas creaciones que rozan el delirio pero que rápidamente se convierten en espectáculo puro. Este es el caso de esta minitruck que hemos encontrado en Japón.

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Su conductor se nota que es un amante del drift y que también sabe hacerlo, así que ni corto ni perezoso se pone a practicarlo y la verdad es que no se le da nada mal. No sabemos que motor esconde bajo el capó, pero tienes que saber que este tipo de preparaciones especiales pueden esconder auténticas bestias. 

Se me ocurre uno de los cientos de ejemplos: una Subaru Sambar estuvo en activo en el mercado japonés hasta 1982. Estas furgonetas fueron exportadas a Australia, aunque recibían la denominación Subaru 500, 600 o 700, en función de la potencia de su motor bicilíndrico. Pero los fans de estos vehículos no dudan en transformarlos en seres superiores y les pueden llegar a dotar de enormes motores de Chevrolet, con bloques V8 de 300 CV.

Si a esa potencia le sumamos que apenas alcanzan los 1.000 kilos de peso, imagínate las prestaciones. En el caso del vídeo de hoy no contamos con un motor tan poderosos, pero sí con un eje trasero totalmente descargado y si a eso le añadimos que nuestro minitruck circula por asfalto mojado ya tenemos el caldo de cultivo par que se produzcan largas y controladas derrapadas.