VÍDEO: Esto es tener habilidad al volante, Porsche 911 Turbo de 1976 en Nürburgring

Era un coche bastante complicado de pilotar...

En este vídeo vas a descubrir lo que es tener mucha mano al volante. Así se pilota un Porsche 911 Turbo de 1976 a tope por el circuito de Nürburgring. ¡Pura habilidad! 

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Ser el más rápido del Infierno Verde no es tarea fácil. Y menos aún, si estás al volante de un clásico de Porsche. Sin embargo, este tipo tiene mucha mano y horas de trabajo. La superioridad que tiene sobre los demás conductores es apabullante. No para de adelantar rivales. Y ya os anticipamos, que conducir a esa velocidad en ese coche es bastante complejo. 

Porsche 911 Turbo de 1976 en Nürburgring

Este Porsche 911 Turbo de 1976 (también llamado 930) es un coche muy carismático en la historia de la marca de Stuttgart. Fue desarrollado para poder cumplir con las regulaciones de la época. Montaba un propulsor turbo de 3,0 litros que desarrollaba 260 CV de potencia, bastante más potente que el 911 estándar. 

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Para poder exprimir su potencia al máximo, Porsche reviso la suspensión, y le dotó de unos frenos más grandes y una caja de cambios más eficaz. Era un coche muy rápido, pero a la vez muy exigente de conducir. Requería de mucha habilidad para llevarlos a atas revoluciones y por eso, cobra todavía más valor lo que hace este piloto en Nürburgring.

Un vehículo muy exigente 

¿Por qué era tan exigente? Pues bien, al llevar el motor en la trasera del vehículo y por su corta distancia entre ejes, era un vehículo muy propenso al sobreviraje. Y, además, la combinación de estos factores con la potencia del motor turbo alimentando, que contaba con un importante retraso, hacía muy complicado conducir este coche al límite de su potencia. 

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Los conductores inexpertos tuvieron serios problemas con este coche, ya que cuando perdían el control del vehículo levantaban el pie del acelerador de forma instintiva empeorando la situación. Por eso, los pilotos profesionales aprendieron a marchas forzadas a pilotarlo a altas revoluciones y, por lo tanto, a sacarle un rendimiento superior que al resto de los deportivos. 

Posteriormente, el Porsche 911 Turbo sufrió nuevas actualizaciones, en las que llego a alcanzar los 325 CV de potencia y fue afilando el alerón trasero tipo cola de pato, llegando a levantarlo ligeramente para dejar espacio para el intercooler. El Porsche 911 Turbo de 1976 es un mito de la competición de Porsche y ahora, en este vídeo, este piloto lleva al máximo por Nürburgring adelantando coches sin parar. Esto sí que es tener habilidad. 

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