Maserati no crecerá por abajo: adiós a un SUV compacto con el tridente
Es un tema que estoy seguro que ha provocado muchas discusiones: Maserati es una marca de lujo, pero que quiere crecer. Crecer mucho. Para que Maserati pueda crecer en el futuro tiene dos opciones, una fácil y una menos fácil. La fácil es crear coches más accesibles, aumentar la gama por debajo, creando vehículos más pequeños y más baratos. La menos fácil es crecer orgánicamente, con la misma gama que tienes hoy, renovándola cuando toca y haciéndola más atractiva a todos los niveles.
Seguro que esta discusión fue feroz en la sede de la marca en Módena. Análisis de costes, análisis de imagen de marca, marketing, etc. ¿El resultado? El camino menos fácil: Maserati no fabricará coches más pequeños que el Levante o el Ghibli y no lo hará porque, aunque quiere crecer, lo más importante es no perder su exclusividad y su imagen tan poderosa.
Harald Wester, presidente de la compañía, afirmó recientemente en una entrevista que no tienen previsto ‘bajar’, tienen previsto ‘subir’. Sin duda el mercado del lujo es interesante para las marcas ya que el margen de beneficio de los productos suele ser mayor. Crecer por debajo puede ser interesante porque haces más grande a la marca y mejoras las cifras de venta, pero con un riesgo muy alto.
Mejor dicho, dos riegos. Por un lado, estás mermando la imagen de marca, ya que con un precio más bajo, prácticamente cualquiera podría tener un Maserati y eso es algo que a quien compra un Maserati Granturismo o un Quattroporte no le debe hacer demasiada gracia. Y segundo: el margen de beneficio por coche bajaría dramáticamente, por lo que quizás en lugar de crecer, la medida sería contraproducente.
De esta manera, el futuro de Maserati sigue la línea marcada hace unos meses con dos nombres propios: Alfieri y electricidad. La marca mostrará en 2020 el esperado Maserati Alfieri, un coupé de altos vuelos que combinará elegancia, sofisticación y deportividad a partes iguales y que se encargará de sustituir al fantástico Granturismo.
De aquí al año 2022, Maserati espera lanzar una novedad cada seis meses y lo que parece claro es que la electricidad irá llegando poco a poco a todos los rincones de la gama, desde el Ghibli hasta el Levante, en versiones híbridas enchufables previsiblemente: un Maserati 100% eléctrico no creo que sea viable en el corto plazo.
Así pues, Maserati cierra previsiblemente una de las opciones de crecimiento futuro. Es lógico: si baja mucho más la gama empezaría a luchar directamente con Alfa Romeo. Creo que FCA debe ser sensata en esta materia y pensando en SUV, con una gama formada por Alfa Romeo Tonale, Alfa Romeo Stelvio y Maserati Levante tienes cubierta prácticamente todas las necesidades. Y lo mismo ocurre con los sedán.
Solamente el tiempo nos dirá si finalmente se cerrará la puerta a que Maserati desarrolle vehículos más baratos y populares, si deciden crecer por la vía rápida y por la vía, menos rápida.
