Ya está aquí la segunda generación de los nuevos coches de la Fórmula E... con el horrible Halo, los cuales entrarán en acción en la temporada 2018/2019.
Así funciona la Fórmula E
La presentación digital, con los chasis desarrollados por Spark Racing Technologies (SRT) como protas, nos ha desvelado un gran cambio estético importante en los monoplazas. El diseño, mucho más agresivo, se aleja de sus antecesores que se aparecieron en 2014 con la nueva categoría.
Ahora cuentan con una aerodinámica evolucionada, un alerón trasero angulado, delantero en punta de flecha y un prominente difusor. Se parecen al Batmóvil. Asimismo han dado un gran salto en cuanto a su capacidad de almacenamiento energético, la cual se ha duplicado.
Esta mejora permitirá emplear un solo bólido por carrera y piloto, frente a los dos que se requerían hasta ahora. En el capítulo de la potencia, aumentará de 200 a 250 kW (de 268 a 335 CV) para la clasificación y hasta los 220 kw (295 CV) , 40 (54 CV) más que los actuales, en los ePrix.
El Halo, con luces led
Como no podía ser de otra forma, una de las cuestiones que más llama atención dolor de ojos nos ha dado es el Halo. Sí, amigo ya está aquí ese nuevo elemento de protección para la cabeza de los pilotos, que parece una chancla playera. Como a la FIA, que lo ha impuesto en esta categoría -también en la F1- no le parecía suficientemente espantoso, lo han adornado con unas lucecitas led. No es broma.
Va a parecer un árbol de Navidad con bombillas. ¡Madre mía, qué cosa más fea y hortera! Nos tememos que cuando se aprecie en 'vivo' el impacto visual (negativo) de este sistema de protección será incluso peor que a través de una simple pantalla de ordenador. Pues, habrá que irse preparando porque la presentación oficial 'in situ' tendrá lugar el próximo 6 de marzo en el Salón del Automóvil de Ginebra.