El Beso de Brancusi, la Fuente de Duchamp, el hombre que camina de Giacometti, el Guernica de Picasso...Tantas y tantas obras de arte denominadas "raras" -a la par que bellas- que debíamos añadir una más. El circuito AVUS, sito en el suroeste de Berlín. ¿Por qué era "raro"?  Por su diseño: dos rectas larguísimas unidas por dos horquillas, una en cada extremo. La belleza de lo extraño.

Las siglas AVUS proceden de  'Automobil-Verkehrs-und Übungsstrasse', que viene a significar que es una vía pública, dado que para su diseño se aprovechó parte de la Autobahn A115. Se inauguró en 1921 con el fin de buscar altas velocidades. Tenía una temible curva peraltada, que acogió durante décadas algunas carreras legendarias. 

 El día de su inauguración contaba con una longitud de 19 kilómetros aunque fue más tarde acortado hasta los 8,3 km. La idea principal era que no solo se utilizara para carreras, sino también como circuito de pruebas para el desarrollo de la industria del automóvil. 

El primer Gran Premio de Alemania  se disputó allí en 1926 y fue entonces cuando se dieron cuenta de que el circuito de AVUS, en el que se corría en sentido contrario a las agujas del reloj, además de ser extraño, era bastante más peligroso que Nürburgring. 

 En 1937 se sustituyó una de las curvas por otra peraltada para así dar aún mayor rapidez al trazado. La curva norte, revestida de ladrillos y famosa por su peligrosidad, tenía una vertiginosa inclinación de 43 grados, un radio de 184 metros y una altura de más de 12 metros. Era la llamada 'Muro de la Muerte'. Los coches alcanzaban una media de 200 km/h.

Ese peralte provocaba que los pilotos perdieran el control de sus vehículos para salir volando y acabar fuera del circuito. Hubo varios accidentes con víctimas mortales, lo que hizo que el Gran Premio de Alemania se disputara en el Infierno Verde, que parecía mucho más seguro. Con ello se evitó este tipo de tragedias.

Los responsables del circuito decidieron, acertadamente, que el ya mítico 'Muro de la Muerte' debían derribarlo. Y así fue. En 1967 cayó esa fatídica curva y fue reemplazada por una versión 'plana' de la misma. 

Relación de amor-odio con la F-1 

La Fórmula 1 llegó a AVUS en 1954, pero fue de manera oficiosa porque no formaba parte del calendario oficial. En ella participó el ilustre piloto argentino Juan Manuel Fangio, lo que le dio notoriedad a la prueba. La segunda se celebró cinco años más tarde, está vez sí como sede del Gran Premio de Alemania. En ella se impuso el inglés Tony Brooks. 

Quienes sí visitaron este extraño circuito fueron los coches de la Fórmula 3 y la DTM. AVUS necesitaba algún que otro retoque y sus dueños realizaron modificaciones en su disposición y longitud, por ejemplo. Aun así, continuaba siendo un trazado más que peligroso. Por eso, en 1998, se celebró allí la última carrera.