¿Podría Alfa Romeo volver a la competición tras dejar la Fórmula 1?

Alfa Romeo F1

Gustavo López Sirvent

Como la compañía italiana acaba el patrocinio con Sauber en 2026, hay presupuesto para armar un coche de carreras. Todo apunta a que podría participar en el Campeonato Mundial de Resistencia, como dejó entrever el director general de la marca, Jean-Phillipe Imparat. Una posible colaboración con Peugeot (hermano de la famila Stellantis), que ya tiene vehículo en esa competición, sería la clave.

Los movimientos y rumores entre los fabricantes de la Fórmula 1 están a la orden del día y el último puede cobrar fuerza a partir de 2026. Sauber, que como tal no fabricaba sus monoplazas sino que lo hacía Alfa Romeo desde 2019, abandona al constructor italiano para que Audi sea su principal patrocinador dentro de dos temporadas.

Este cambio de fichas de hechos deja a la marca italiana con dinero más que suficiente para armar un posible equipo de coches de carrera. Jean-Phillipe Imparat, director general de Alfa Romeo, dejó entrever hace escasas fechas que el siguiente paso de la marca que representa sea probablemente el Campeonato Mundial de Resistencia.

Imparato concedió una entrevista a Motorsport donde  manifestó que la firma con sede en Milán está estudiando la manera de incorporarse a la serie europea de vehículos deportivos en un futuro no muy lejano sino más bien todo lo contrario.

Por otro lado, confirmó que se ha roto el principio de acuerdo que tenía con Haas y que era muy parecido al que Alfa Romeo tenía con Sauber. Desde la casa italiana señalaron que ya no les interesaba una "operación de copiar y pegar" en la que la compañía milanesa tenía poca participación, más allá de suministrar la librea. 

Si analizamos el horizonte de competición vemos que la F1 puede quedar todavía muy lejos por todo lo que ella conlleva, con dos marcas de Stellantis (DS y Maserati) ya en la Fórmula E y muy poca presencia de Alfa en Norteamérica para que un programa centrado en IMSA, NASCAR o IndyCar pueda lograrlo, deja al WEC como la única alternativa para competir. 

La serie GT3 tiene estipulado que sólo pueden competir en ella coches GT e Hypercar, pero la firma italiana no fabrica ese tipo de vehículos, con lo que la opción más factible para la marca hacia el Mundial de resistencia sea ingresar en la clase Hypercar de alto nivel. Una compañía hermana de Stellantis, Peugeot, ya compite en esa clase con el modelo 9x8.

De esta manera, Alfa Romeo podría echar mano del modelo francés, que le proporcionaría los coches, pero cambiando la insignia. Otra variable es que una alianza con Peugeot pueda provocar que se haga un prototipo nuevo y más exclusivo para la casa de Milán, como ya sucediera con otras marcas como Bentley, cuando participaba con el Audi R8 (basado en el Speed ​​8 ganador de Le Mans).

Otras sinergias en el Mundial de resistencia unieron a Porsche y a Audi, que desarrollaron un programa similar para ensamblar nuevos prototipos que compartieran componentes en 2023, pero la firma de los cuatro aros dejó en la estacada a su socio, que corrió solo con su 963.

También Lamborghini (propiedad de Volkswagen), tiene preparado un prototipo para competir en el WEC. Será un único vehículo que comenzará a competir la próxima campaña. Hablamos del modelo SC 63, que ya está listo. 

En esa misma sintonía Alfa Romeo sólo tendría que decidir hacia qué conjunto de reglas se dirige, si  LMH o LMDh. De esta forma, Stellantis contaría con dos prototipos en Le Mans, aunque no se sabe cómo sentaría esto a Peugeot, que es quien ya tiene el coche preparado.