El Bentley Speed 8 es uno de los hiperdeportivos de carreras más bonitos de todos los tiempos. Y también, un triunfador. Porque gano las 24 Horas de Le Mans en el año 2003 con Tom Kristensen "Mister Le Mans" al volante, además de Dindo Capello y Guy Smith.

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Bentley volvió a escribir su nombre en la historia con la inestimable ayuda de otra marca del Grupo Volkswagen: la dominadora Audi. Gracias a la cual nació este deportivo para la resistencia, con diversas tecnologías derivadas del Audi R8C, precursor del dominante Audi R8 posterior, que también dio lugar al superdeportivo de calle varios años después.

La flecha verde de Bentley, orgullo británico

El Bentley Speed 8 fue un prototipo que nació inicialmente con el nombre de EXP Speed 8 y debutó en las 24 Horas de Le Mans de 2001. Contó con un chasis monocasco alveolar de fibra de carbono y aluminio con jaula antivuelco integrada de carbono.

Fue un desarrollo de Racing Technology Norforlk, en Reinuo Unido. Una compañía que puede sonarte más por el nombre de TOM'S GB, una estructura de motorsport con presencia mundial en todo tipo de competiciones.

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Peter Elleray fue su desarrollador, que también se ocupó del Radical SR9 o del Audi R8C. Vehículo del que se tomó el motor V8 de 3,6 litros biturbo para el modelo de 2001 hasta que evolucionó a un V8 de 4,0 litros con el modelo final, que producía 600 CV de potencia para unos 1.000 kg de peso.

La caja de cambios fue diferente a la de Audi y se equipó una Bentley XTrac manual-secuencial de 6 velocidades con accionamiento neumático, además de neumáticos Michelin para la carrera de 2003, en vez de los anteriores Dunlop.

Fue en aquel año cuando el Bentley Speed 8 de Le Mans sufrió un buen rediseño, del cual se encargó la marca. Una parte frontal con un morro elevado casi a la altura de las aletas, un enorme alerón plano pegado al suelo, cabina central con los retrovisores sobre los guardabarros delanteros y un enorme alerón trasero de anclaje lateral.

Un prototipo realmente bajo y pequeño, comparado con coches modernos de la marca como el Bentley Continental GT, que recibió este año una edición especial conmemorativa de las victorias en La Sarthe y que incluye un expositor en el salpicadero con las válvulas del motor ganador.

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En 2003, Bentley Racing se apoyó en la estructura de Joest Racing con la ausencia en parrilla de los Audi oficiales. Después de 377 vueltas, el Bentley #7 logró cruzar la meta en primera posición y el Grupo Volkswagen se alzó con su cuarta victoria consecutiva en Le Mans.

Sin embargo, Bentley decidió abandonar la categoría reina tras su victoria y poco después se concentró en desarrollar el Continental GT3 para esta categoría, que se sigue utilizando hoy en día. Ya se sabe lo que se dice: lo bueno, si breve, dos veces bueno.