El Bentley Batur es el vehículo de producción más caro de la marca. Su precio se acerca a los 2,0 millones de euros y cuenta con un motor W12 biturbo de 6,0 litros con casi 20 años de antigüedad. De hecho, se basa en el Bentley Continental GT, el coche deportivo estrella de los británicos.

Prueba del Bentley Continental GT Speed: un motor W12 para ser feliz

En esta ocasión, el bloque desarrolla para este Bentley de lujo una potencia de 730 CV y 1.000 Nm de par máximo. Extremadamente caro, poderoso, exclusivo y muy rápido. Algunos diríamos aquello de "No juzgues un Bentley sin haber conducido uno".

Así que para descubrir a esta joya que recuerda también a los grandes coches clásicos de la compañía, el equipo de Top Gear se desplazó a Tenerife en las Islas Canarias. Y bajo la atenta mirada del Volcán del Teide, el rugir de este motor de combustión tan sensacional.

Una ruta para descubrir el Bentley Batur

Texto de Tom Ford | Fotografías de Mark Fagelson

Durante las últimas cuatro horas he estado circulando a 60 km/h bajo una lluvia torrencial, desplegando alrededor de unos increíbles 60 CV de potencia de los disponibles. La visibilidad es nula y tienes la sensación de que hay vistas increíbles algo más allá, pero solo es una intuición.

Aunque el abrazo de la tormenta Oscar me da tiempo para pensar como el año pasado, Bentley lanzó una edición limitada de coches gracias a Mulliner: el Bentley Bacalar, de estilo descapotable y con un guiño a los próximos eléctricos de la marca.

Bentley Bentayga EWB Mulliner: el buque insignia de lujo

Por otro lado, el Batur diseñado por Andreas Mindt presenta una carrocería de fibra de carbono que emula la del Continental GT Speed pero con mayor elegancia. Es como un Conti de ciencia ficción ambientado en 2035, que es lo que es, más o menos.

Del GT Speed solo quedan los parabrisas y algunas formas interiores. La nueva cara presenta faros LED más delgados (adiós a los redondos), una parrilla más vertical, un largo capó rediseñado y una parte trasera limpia y recogida. Y colas de escape en titanio.

Similar pero, sin embargo, un coche basado en un gran turismo de 250.000 euros vale millones. Parece una tontería, sobre todo si el interior se sintiese como una versión algo más lujosa del Speed. Y efectivamente, lo es, aunque con acabados magníficos.

Incrustaciones en los sistemas de ventilación en oro de 18 quilates, controles en titanio, cueros sostenibles, texturas con una sensación espectacular... Y el sistema de audio opcional Naim for Mulliner suma otros 30.000 euros a la factura con una calidad inigualable.

Prueba retro: Bentley Continental GTC Supersports

Pero cuando pasas un par de días en uno, te das cuenta de que el Batur es algo más que una simple suma de varias partes únicas. Al segundo día de ruta llega la revelación y tiene más que ver con el tiempo de las Canarias que con otra cosa. De repente, el temporal amaina y camino al volcán, la selva tropical desaparece poco a poco y da paso a un paisaje casi marciano.

Un volcán que es un telón de fondo sensacional para el Bentley, con una pintura morada metalizada que se profundiza y expande. Cobra vida y los detalles y las formas se definen. Durante el camino, la tormenta lanzó rocas de todo tipo a la carretera y eran de esas que no podríamos pasar por encima con este coche. Así que giro brusco tras giro brusco, las esquivamos.

Es un vehículo que pesa más de dos tonelada y media y esto debería haber terminado en una conversación bastante incómoda con la aseguradora, un repintado... Y sin embargo, el Batur mantuvo la compostura en todo momento sin nada más serio que un ritmo cardíaco acelerado y un ego ligeramente in crescendo.

Sería genial decir que las habilidades del conductor evitaron el desastre, pero es mentira. El Batur simplemente puso a las leyes de la física de su lado gracias a suspensión neumática activa, un diferencial autoblocante electrónico, frenos carbocerámicos, dirección a las cuatro ruedas y tracción integral.

En cuanto a fuerza, es solo un 10 o 15% más potente que el GT Speed pero lo suficiente para sentirlo. Sobre todo porque sus turbocompresores respiran de manera diferente. Es ligero y preciso y se siente incluso más rápido que en las cifras oficiales con funciones como el launch control.

Muchos dirán que no es lo suficientemente escandaloso o extremo como para justificar el coste. Pero un producto es tan valioso como lo que están dispuestos a pagar por él. Y de momento, las 18 unidades de esta edición limitada ya están todas vendidas.

Es un superdeportivo en formato gran turismo para esos millonarios que pasaron la época de la ostentación. Ya no es necesario aparentar y se encuentran inmersos en una plácida, riqueza sigilosa. Para quiénes la alta costura ya es una necesidad en sus colecciones.