La victoria más épica en las 24 Horas de Le Mans: ¡qué locura!
Javier Prieto
Un francés llamado Louis Rosier ganó las 24 Horas de Le Mans 1950. Si, es cierto que desde 1923 un puñado de corredores han triunfado en la mítica prueba. Por cierto, aquí tienes dónde ver las 24 Horas de Le Mans 2017: en directo y gratis.
Ya. Pero como la machada del amigo Louis no ha habido otra. Su hazaña es, además de una bendita locura, algo i-rre-pe-ti-ble.
¿Qué hizo? Pues chuparse él solito (casi) todas las 256 vueltas al volante de su Talbot-Lago T36 que necesitó para vencer en Le Sarthe. Según parece, en el equipo de Rosier también estaba su hijo, cuya presencia en el éxito fue testimonial.
En palabras del cuarentón galo, su pequeño retoño solo le dio descanso durante una media hora. Sin embargo, la esposa y madre de los protas, aseguró que el jovencito había estado en pista unas tres horas.
Al margen de que uno u otra tuvieran razón, la gesta no admite discusión. ¿Te imaginas competir al volante de un hierro de 200 caballos de los años 50 unas 21 horas seguidas? Ah, ¿qué no te parece para tanto? Pues sigue leyendo, que ahora viene lo bueno.
Rosier convertido en un David automovilístico, derrotó a los Goliat del asfalto: Ferrari, Aston Martin, Bentley, Cadillac y Jaguar. Entre los rivales de esta armada casi invencible estaba un tal Juan Manuel Fangio.
¿Y cómo lo logró? Aprovechó el caos de las paradas en boxes para ponerse en cabeza y marcar un promedio de velocidad punta por encima de los 160 km/h, un récord para la época.
Sin embargo, cuando se las prometía muy felices, un búho chocó contra su coche. Como resultado del impacto se le rompió el parabrisas y las gafas, provocándole varios cortes en la cara.
Tras reponerse del percance, sufrió una avería que le obligó a pasar por boxes para reparla él mismo. Pero el bueno de Louis que no entendía el significado de la palabra rendirse, tiró a degüello.
Y las últimas cuatro horas, con las gradas jaleándole vuelta a vuelta, se convirtió en una persecución salvaje. Aquello era una carrera al sprint.
El glorioso final, después de los 1.440 minutos más emocionantes que se han vivido en Le Mans, ya sabes cuál fue.
Seguro que ahora ya, lo que consiguió el corredor francés si te parece una heroicidad. La magia de Le Mans tiene estas cosas.
