Multas para los 'mirones' de accidentes que lo graben con sus móviles
Las multas para los 'mirones' de accidentes que lo graben con sus móviles podría ser la solución a estas situaciones que, día a día, se dan por todo el mundo. Precisamente, esto mismo ha llevado a la Cruz Roja holandesa a iniciar una campaña llamada 'No filmes, ayuda' para evitar aquellos que presencian una accidente se queden mirando en lugar de echar una mano o avisar a los servicios de emergencia.
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Esto es tan habitual ya que incluso se ha creado un término para este tipo de personas, los “turistas de desgracias”. Tal y como informan desde El País, hace unos días cerca de 45 conductores grabaron mientras circulaban un accidente en la autopista A58, al sur del país, lo que les costó una multa de 239 euros por cabeza.
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Pero portavoces del Sindicato de Policía han explicado que esto "pasa todos los días en cualquier sitio. Es como si no hubiera límites y las fuerzas del orden no pueden hacer nada. Filmar en la vía pública no es delito”. Sin embargo, seguro que a nadie le gustaría que unos desconocidos grabaran a sus seres queridos mientras estos se debaten entre la vida y la muerte.
De hecho, la prensa holandesa publicó el pasado 31 de octubre una imagen en la que varios peatones miraban en el interior de un restaurante de La Haya, donde un hombre yacía en el suelo mientras los servicios de emergencia intentaban reanimarle (finalmente lo consiguieron).
La esposa del afectado se escandalizó de que se diera esa situación, así como los policías que estuvieron allí. "No tengo palabras", expresaba uno de ellos en Facebook. "Al repasar la jornada entre todos los compañeros, coincidimos en que nos hubiera gustado preguntar a los mirones qué les parecería si otros captaran así a sus seres queridos".
Países Bajos no es el único país que se ha propuesto tomar medidas al respecto y poner multas para los que graben accidentes y lo publiquen en sus redes sociales. También Alemania penaliza con hasta 1.000 euros a aquellos que filmen y fotografíen a las víctimas.
Fuente: El País